Cine para 2
Amar en tiempos
tardíos o difíciles
Joaquín Ortega
El cine nos da una
oportunidad para adentrarnos en los mundos emocionales de gente que se parece a
uno o que, por el contrario, han vivido cosas a las cuales nunca quisimos
atrevernos. Amar es un rasgo humano que
no solo se va asentando con el tiempo, sino que se extiende con una profundidad
que prueba de qué estamos realmente hechos. Ya sea por un asunto de no chocar
contra los convencionalismos sociales… o simplemente, por ver con demasiado
drama el reloj de nuestras vidas, más de una vez se ha dejado de vivir un
encuentro romántico, trayéndonos solo autolimitación. Hoy en cine para 2
revisaremos un par de películas que atienden al amor en distintas facetas:
totalmente humanas y totalmente vigentes.
Violette (Martin
Provost. Francia, 2013)
Darle pocas vueltas a problemas personales, exponiéndolos
artísticamente es una de los grandes y acertados ímpetus de la literatura de
Violette Leduc. En éste caso, la película inspirada en diversas biografías logra,
de una manera precisa, retratar diariamente el contexto en el cual una mujer
-en tiempos de posguerra- intenta encontrar su lugar en el mundo.
Desde la primera escena en donde vemos a una joven
conviviendo en un matrimonio arreglado, acicalándose -sin ningún tipo de comodidad pequeño
burguesa- hasta las profundas diatribas sobre estilo, tiempo y temática con una
joven filósofo -Simone de Beauvoir- la historia nos lleva sutilmente de la mano
a universos de amor y profesionalismo insospechados.
El dialogo campo-ciudad es un subtexto maravilloso en sí
mismo y planteará reflexiones a más de uno, incluso después de abandonar la
sala de cine. Una cantidad de personajes menores representan vicios o estilos
ante la vida: la angustia, la pereza, la envidia y hasta la estulticia rumian
sus propias miserias por los pasillos. No hay papel pequeño en ésta cinta.
Fundamentalmente, la amistad es la base para que nazca el amor no correspondido
de ésta aspirante a literata, por la ya famosa pensadora. Por cierto, la luz
juega un papel muy importante porque apadrina tanto los difíciles momentos de
conflicto interno, como los más ligeros de reencuentro con la autoestima y las
realidades menos pesadas de la vida cotidiana. La puesta en escena plantea unos
años cincuenta inundados de creadores,
artistas, pintores, intelectuales con tantas contradicciones
ideológicas, como colmados de propuestas, que casi rayan en la egomanía.
Estructurada en episodios de encuentro con grandes figuras
consolidadas del arte y la escritura francesa, Violette exhibe una serie
de resultados disímiles pero creíbles. La relación con Jean Genet, el encuento
con Albert Camus, la transferencia casi psicológica y emocional con Maurice
Sachs o Jacques Guérin, complementan el mundo interno de nuestra protagonista, marcado
por el abuso infantil, la ausencia de afecto materno, la lucha sobre la
autonomía de su propio cuerpo y el amor no correspondido.
Actúan Emmanuelle Devos como Violette, Sandrine Kiberlain
como Simone de Beauvoir, Jacques Bonnaffé como Jean Genet. Estuvo nominada a
los premios Magritte en 2014 como mejor cinta en coproducción conjunta. En el
festival internacional de Toronto de 2013, recibió una ovación de pie el día de
su estreno. La respuesta de taquilla y
el gusto en el público han convertido a ésta película en un producto cultural
clave para entender la literatura intimista y al feminismo naciente de los años
cincuenta.
Puntuación: 5 sobre 5
Más vivos que nunca
(Alfredo Anzola. Venezuela, 2017)
Vivir después de cumplir con ciertas etapas consideradas como
“normales” o “naturales” es todo un reto, no solo en Venezuela sino en el
mundo. Ser abuelo, mantenerse soltero, ser viuda… estar al margen de hijos o
familiares…enfrascarse en la soledad… o vivir en hogares para la tercera
edad…no son muchas las posibilidades, que ofrece el final de la vida, pero sí
serán diversas las formas de enfrentar esas realidades.
El ojo de Alfredo Anzola combina, gracias a su formación
humanística –no olvidemos que además de sociólogo, es doctor en ciencias
sociales por la UCV- una mirada documentalista, intensa, sugerente en lo
descriptivo y a ratos, emocionalmente
costumbrista. El guión resulta
organizado y equilibrado, lo que le da a la realización un tono de estructura y
resolución elíptica sin ambages ni manierismos.
Con un tono de comedia que roza los sentimientos más cercanos,
la historia narra en formato de road
movie, la salida sin permiso de unos ancianos quienes deciden cumplir el último
deseo de una de sus compañeras: que sus cenizas se mezclen con un río en el
interior del país. A partir de ésta transgresión, la aventura se convierte en
una sucesión de eventos en donde familiares, amigos y personajes incidentales
le dan el chance a los protagonistas de reencontrarse con potencialidades
olvidadas y talentos ocultos.
Al decir del cineasta Edgar Rocca (El hombre más malo del mundo. Venezuela. 2016) ésta película: “se
sostiene por un casting sólido: Pedro Durán, Rosario Prieto, María Cristina
Lozada, entre otros…conocidos por la TV, el teatro y el cine de siempre le dan
una presencia muy especial”(…) En ésta película “hay una búsqueda…de un último
logro. Es a ratos conmovedora y refleja las añoranzas de un director que
trabaja desde los años setenta en el cine venezolano (…) en el tema de la dirección
de actores y de escenas, debo decir que es muy digna e interesante”.
Más vivos que nunca es protagonizada por Rosario Prieto,
María Cristina Lozada, Eduardo Gadea Pérez, Pedro Durán, Gonzalo “Chile Veloz”,
Antonio Delli y Nohely Arteaga entre otros excelente actores que generan un muy
atinado reparto. Fue ganadora del primer Premio especial Movistar, a la
película más votada en redes sociales.
Puntuación 4 sobre 5
@ortegabrothers
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