Cine para 2
Joaquín Ortega
Amores imposibles y
carreras truncadas
Europa habla con sus
luces y sus sombras. El arte mientras más cerca está del sol más parece
brillar, y por lo tanto, tanto los personajes, como los detalles aparecen en
sus cuadros al óleo -o fílmicos- con admirables y opuestos atributos. El cine
holandés y el cine mediterráneo son dos faros que contrastan en intensidades y
bríos. No es casual que en la última década ambos estilos destaquen por una
novedosa fuerza dramática en la gran pantalla. Hoy, aprovechando que contamos
con dos ciclos en Venezuela: uno de los países bajos y otro del nuevo cine
italiano le daremos una vuelta a Finn y a Scusate
se esisto!
Finn (Franz Weisz. Holanda, 2013) Lo que parece, al principio, una fábula de ensimismamiento
infantil, se vuelve una compleja y profunda expresión de emociones encontradas
en el marco de la soledad que viven un conjunto de corazones masculinos.
Finn narra la historia de un niño huérfano que va descubriendo su
mundo interno, a partir de fantasías épicas, de su aguda observación de la
realidad y de las posibilidades terapéuticas del diálogo con una madre
intangible, pero presente. Su padre y su abuelo, han vivido y sobrellevado el
luto a su manera; pero basta que el niño comience a tomar sus propias
decisiones, en relación a su proyecto de vida, para que cada una de las ruedas
de esa carreta -conformada por papá, Finn, la música y el fútbol- comiencen a
tirar para su lado, de forma independiente y divertida.
La fotografía hace énfasis en los momentos
de invención del mundo rico y creativo de Finn.
Sus recorridos en bicicleta, su conexión con la escuela, la interrelación con
amigos reales -e imaginarios- amurallan un diálogo personal con la belleza y la
continuidad de la vida. No hay depresiones, no hay pausas, no hay
arrepentimientos. Simplemente la vida sigue tan fresca y libre como un paseo en
dos ruedas bajo el cielo de los países bajos.
El conflicto mayor reside en la
complacencia: el padre desea que Finn sea un futbolista, mientras que
el abuelo es cultor de un cosmos musical, en donde el violín y la música que de
él sale, se convierte en una extensión de su propia vida plena, y a la vez, cada
vez más cercana a la partida de éste mundo. Sin duda alguna, que el ojo de
Franz Weisz logra recrear una historia que no queremos que termine, aún cuando
sabemos que ha sido contada en un tiempo prudencial y justo. La belleza natural
y las negociaciones que se dan en la vida cotidiana – y en el fuero interno de
cada uno de los personajes- empatan y complementan las bases de este monumental
mural de hombres que inconscientemente reconocen, estarán por el mundo, apenas
por un breve tiempo.
Puntuación 10 sobre 10
Scusate se esisto! (Riccardo Milani.
Italia, 2014)
El cine italiano vence y convence, no
importa el género al cual se aproxime. Además de esto, es extraordinariamente
profesional al mezclar géneros como la comedia y el drama…o el terror y el thriller en una sola puesta en escena.
En este caso, Scusate se esisto! no
es la excepción.
La historia no deja de bullir hacia
delante. Comienza con el mal llamado Heimweh
para los alemanes, la Saudade para
los brasileños o el Homesick para los
anglosajones. Se trata de la añoranza de la patria o del hogar.
Nuestro personaje principal la
interpreta Paola Cortellesi, en el papel
de la arquitecto Serena Bruno, quien decide retornar a Italia, luego de una
lluviosa estadía en Londres. Al principio, lo que se pensaba sería un regreso
glorioso, se convierte en una pesadilla de múltiples empleos, machismo, falta
de reconocimiento y deseos contenidos de amar.
En una trama mixta -que contiene
elementos del clásico Cyrano de Bergerac… Some
Like It Hot (Billy Wilder, 1959) Tootsie (Sidney Pollack, 1982), The Full Monty (Peter Cattaneo, 1997) y
ciertos clichés del género de Sitcom LGBT-
vemos sucesivamente a Serena envuelta en pequeñas torpezas, conflictos
creativos, amistad in crescendo con
el objeto de su afecto -el irresistible Francesco, Raoul Bova- así como,
momentos de introspección, asimilación familiar y consejos de los mayores, lo
que la definen como un personaje acontecido, pero transformado por sus
decisiones y su circunstancia laboral y de vida.
La música acompaña con una serenidad y
un buen gusto que revela la cultura pop del director Riccardo Milani, quien ya
nos ha sorprendido con otra serie de comedias melodramáticas, que no por ser
ligeras, dejan de ser humanas. Especial atención merecen Auguri professore (1997) La
guerra degli Antò (1999) o Piano,
solo del año 2007no son mucho menos humanas.
En 2016 éste film ganó el Premio Dedalo Minosse Cinema, el cual
recompensa los aportes de la culturas arquitectónica al cine italiano.
Puntuación: 9 sobre 10
@ortegabrothers
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