Cine para 2
Joaquín Ortega
De hijos, hijas, padres y madres
Guardians Of The Galaxy 2 (James Gunn, 2017)
Dentro
del universo de los súper héroes de Marvel,
aparece Guardians Of The Galaxy, su más reciente adaptación al cine. A pesar de
beber directamente del cómic, tiene una serie de diferencias, que para nada incomodará
a los fanáticos de la versión impresa, y que por otro lado, tampoco afectará la
comprensión de aquellos, que se sienten a disfrutar de ésta epopeya espacial en
la butaca del cine, por primera vez.
La
trama es muy simple y consiste en el enfrentamiento de un grupo de personajes -problemáticos y mal portados- contra
una serie de fuerzas oscuras del universo. Es un careo constante entre unos tipos
buenos y divertidos, que con prácticas poco comunes, enfrentan a unos villanos
de turno, también muy poco ortodoxos.
La
película explora algunos temas ya recurrentes en las producciones de la
comunidad creativa de Marvel, entre
otros, el de las dobles vidas, las acciones entre multiversos, los tiempos
paralelos, la conexión entre estos mundos paradójicos; y por supuesto, los
efectos que se generan en las relaciones entre sus habitantes.
Es
por esto, que veremos distintas referencias al planeta tierra, a los héroes que
lo protegen, visitan o habitan, mientras que se dejan entrever la aparición de criaturas
fantásticas, nuevas amenazas para la paz, tramas superpuestas, y claro está,
una mezcla de trepidante acción, con un incansable espíritu de aventura.
Por
otro lado, la cinta también implica una profundización de valores profundamente
humanos: la paternidad, la búsqueda del propio lugar en el mundo, la
camaradería entre individuos marcados por experiencias traumáticas y la posibilidad
de lidiar en la vida con ciertas características –externas o internas- que los
distinguen del común de los mortales. Como reza la siempre vigente máxima preferida
del escritor Stan Lee -original del pensador
francés Voltaire- cada personaje deberá asumir dramáticamente que: “un
gran poder, siempre trae siempre consigo una gran responsabilidad.”
Elle
(Paul Verhoeven, 2016)
Elle es una película de
marcado humor negro, dirigida por un holandés -físico y matemático de profesión-
formado visualmente al calor de los programas de concursos de televisión de su
país; y quien ha llevado adelante –con total soltura- producciones de bajo y
alto presupuesto: video clips, historias de época, ciencia ficción, thrillers,
erotismo o documentales. Valga la anécdota, para hacer notar la versatilidad de
la mirada del autor. Uno responsable de contarnos una historia visual, para
nada cómoda, y la cual está basada en dos premisas: violación y búsqueda del
responsable.
Elle, es decir ella -Michèle Leblanc, protagonizada por Isabelle Huppert- es una mujer de mucho
carácter, cuya vida se trastorna al ser asaltada sexualmente en su casa. La
personalidad no solo sufre un giro hacia la inacción, sino que de una forma
totalmente coherente con sus manías y valores, consagra todas sus energías en
la resolución del crimen del que ha sido víctima. Michèle, no es para nada un ser
frágil: descubrimos que tiene amantes de distintas edades, lleva una relación
conflictiva con su madre y para colmo, descubrimos que es hija de un asesino,
ahora en la cárcel, y cuyo caso está próximo a debatirse públicamente.
La película se presenta como una
obra coral en donde distintas voces le dan los contrapuntos, equilibrios y
tambaleos al personaje central, quien pasa en distintos momentos de ser víctima
a comportarse como victimaria, y en donde nos conseguimos con personajes
quienes no resultan ser lo que parecen a primera vista, y en donde la amistad
femenina, siempre está a punto de cruzar,
esa delgada línea que la separa de la complicidad a la potencial
traición.
Elle es un thriller psicológico que mueve las fibras morales de
la audiencia, ya que entrelaza juegos de roles sexuales, decisiones ambiguas,
la búsqueda y encuentro del ser interior, utilizando la confrontación con el
padre como un despunte del lado más oscuro de la personalidad. En ésta historia
la vida cotidiana, la búsqueda de compañía y de placer, se vale de lo accidental y funesto para dejar una serie de
preguntas existenciales y emocionales como pocas veces, pueden encontrarse en
el cine contemporáneo.
@ortegabrothers
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