Saturday, July 02, 2011

Diario de un jodedor: más allá de Fukushima


Diario de un jodedor: más allá de Fukushima

Joaquín Ortega

“¡Mau, mau!, gritaban los carceleros de Robert De Niro y Christopher Walken mientras jugaban a la ruleta rusa en The Deer Hunter. No sé todavía si la traducción correcta va por: “¡dispara, dispara!” o “chaca la cuenta, chaca la cuenta”, pero lo más importante es, que esa escena, me hizo desconfiar profundamente de mis previos amigos: eternos karatecas, reyes de la metáfora, excelsos héroes de ojos rasgados y asesinos de monstruos.

Cuando crecí, aprendí que una dieta regular de arroz especial, costillitas y lumpias, no sólo te ponía el colon a trabajar horas extras, sino que además una visita de cinco minutos a sus restaurantes, te dejaba un extraño olor pegado a la ropa…uno que sólo salía definitivamente con media docena de lavadas y mucha azotea.

A mi, todos los chinos me dan miedo, cualquier asiático -venga de donde venga es un chino para mi- No sé sí son más o menos amarillos, si le rezan al mismo dios o si tienen un panteón de kilómetros de Pokémon con velas eléctricas encendidas. Desconozco si todos -o algunos- se suicidan o consideran el aborto, como un estornudo más o menos grave. El asunto es que no puedo distinguirlos y como un gringo que responde “Minessota?”, cada vez que digo que soy de “Venezuela”, sólo sé que no son de aquí, que nunca entienden lo que les digo, que todos se peinan igualito y que cada menú me parece una retahíla de mentadas de madre con ideogramas y dibujitos que parecen patas de zancudo aplastado.

Unos son ladinos y otros súper quedados: en los supermercados tienen la mala maña de variar los precios de un día para otro; en sus bazares te descerebran con melodías a medio camino de los créditos de una serie manga, mezclada con una imitadora en vivo de Shakira –¿Saben... de esas que hacen medio tiempo en un burdel, entre una estríper y otra?-

En sus locales, la cerveza más fría la tienen ellos y no hay forma de soltar una negativa ante sus precios competitivos y sus sonrisas brillantes de compañero de tour. Si les dices “japos” no te entienden, si los llamas “Mao” no te paran. Sin ser coreano te han dado carne de perro, y poco sabe uno sí el Tigre y el Dragón duermen en un jardín Zen -o sí el Shangri La pertenece a Tokio o es una franquicia del Tíbet-

Ni las bombas ni la globalización ni los tsunamis pueden contra ellos, por eso, la única opción contra su omnipresencia es aprender matemática y hacer cálculos exponenciales profundos. Recuerde: sí por cada chino que vea en la calle -hay diez mil dentro de un apartamento- lo más seguro es que en un futuro muy cercano, usted será la comida de ellos.

Consultorio

Querido Joaquín, soy una joven y sexy promesa del tenis profesional, a la cual, le han pedido que estudie una segunda carrera como requisito a mi próximo puesto como jefa de una delegación extranjera. Yo, tengo un diplomado en compras por internet de la reconocidísima Vershion University de Yúston. El hecho es, que mi novio, digo, el ministro no me quiere dejar ir a recibir el título que ya es mío –después de hacer una cola de 35 minutos- en una universidad que no me acuerdo cómo se llama, pero que sé que paga súper buen dinero por moverse en autobús vestidos de Santa y de duendecitos. Bueno, el asunto de fondo es que mi papi no sabe que yo tengo una amiga que me agilizó el título, pero que me pidió que le diera unos raquetazos a su novio, ya que es lo único que lo operativiza en sus funciones sexuales normales.

¡Oh tu!, gran Pete Sampras portugués, dame consejos para que mi prometido no se de cuenta que le estoy pegando a otro. Tuya: Kimberly Lasarte Natucha Balenciaga Bryson Tejera París Foyerbáj. Ya sabes, si me solucionas jugamos a la ere de McEnroe.

R: Querida Palas Atenea de la apariencia. Me gusta tu estilo no elusivo y enraizado en las cadenas por PIN. Por tu manera de redactar se nota que ciertamente muchas pelotas Spalding han estado contigo en lugares distintos a la cancha. Por lo general, las personas desconfían de las mujeres que se refieren a sus tetas en tercera persona. Por ejemplo: “ellas”, “mis niñas” o “las guapas”. Tú ni siquiera las has mencionado y por tu uso de las comas -y una clara jerga de asistenta financiera- sé que seguro llevas un par de 350 cc como mínimo. Yo te recomiendo que le hagas la segunda a tu amiga, quien seguro tiene la mano flojita para el foreplay con su marido, y quien seguramente, pretende vengarse viéndolo cómo se le van las rodillas al piso, a cada raquetazo tuyo. Cumple con tu labor de bachiller en proceso de ser egresada y déjale esas nalgas peludas bien chorreadas y congestionadas como un cuaderno cuadriculado pasado por agua. Por cierto, cuida tu codo por si te sale entrenar al día siguiente.

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