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Tuesday, August 22, 2017

Cine para 2: pueblo pequeño, taxi grande


Cine para 2
Pueblo pequeño, taxi grande
Joaquín Ortega

Posiblemente, la literatura más bella no sea la más real, sino la que más convence. Nada más engañoso que la ficción, así al recrear mundos imaginarios, las letras hacen de su juego de espejos un reino de crudezas armónicas, que complementan nuestra vida y nuestros sueños. Por otro lado, narrar la realidad desde la factura del documental produce, de buenas a primeras, la sensación de lo evidente, de lo no procesado, de la ausencia de filtros técnicos o estéticos. Creerse un documental es ver la vida… y ver la vida es creer en el documental. Hoy en cine para 2, una película argentina nos traza a un escritor que regresa al hogar en El Ciudadano Ilustre; y en otra iraní, Taxi Teherán, un director de cine, en un contexto política y religiosamente hostil, crea un marco de mentiras, donde se revelarán unas cuantas  verdades.

El ciudadano ilustre (Gastón Duprat y Mariano Cohn. Argentina, 2016)

La historia se despeja suavemente desde el principio: un narrador de renombre recibe premios y reconocimientos internacionales, crea un mundo literario, a partir de sus orígenes y complejidades existenciales. Por una recomendación sesgada de su asistente, decide asistir al pueblo donde nació, casi en plan de gira de medios. El pueblo es un lugar agreste -y detenido en el tiempo- de su Argentina natal.

Con una mezcla de miedo, cierta torpeza y un desenfocado sentido del ridículo, nuestro protagonista comienza a ser homenajeado a la manera silvestre y diáfana que cualquiera pudiera esperar. Es un choque de mundos, personalidades, de sabores e incluso olores. Para el escritor, ahora vuelto personaje, es una marcha hacia adelante… a los reencuentros con ex amigos, ex parejas… con habitantes sencillos, muy al margen de la realidad académica, y del mundo, que pudo haberse labrado un literato de oficio en otros continentes. 

Con una fotografía muy luminosa y una simpleza costumbrista, los directores -Duprat y Cohn- van provocando al conjunto de intérpretes principales hasta una transformación: desde la condescendencia, hasta convertirlos en pasto de reproches, pasión y pases de factura.  Su conocimiento televisivo y fílmico… de la intriga por entregas, de la estética del reality show, de la corrupción política –callada durante el día, pero escandalosa en las noches- se muestra en todo su aparato, gracias a las manos de estos maestros del guión -y de la visual- en engranaje.

La película roza un ritmo lentamente provocador, combinando temas eternos del escritor que es centro de su obra. Por ejemplo, la aparición de una sexy Lolita que ronda las habitaciones del famoso… las tristeza oculta en muchas faenas diarias… el abuso de la verdad para construir las fábulas… el posible descenso creativo del novelista, que se duerme en sus laureles.

El ciudadano ilustre, siendo una película con grandes premios a cuesta, hace entender que la profundidad de una historia radica en un equilibrio maestro entre libreto, interpretación y puesta en escena. Los personajes convencen gracias a las competencias actorales de las estrellas allí reunidas. Los exteriores resultan  tan bien producidos, como las escenas interiores y la magia del sonido y la música definen momentos que dejan a la memoria marcada y eróticamente alterada.  Al salir de éste film se entiende en su total dimensión el dicho clásico de: “pueblo pequeño, infierno grande”.

Actúan Oscar Martínez en el papel de Daniel Mantovani. Dady Abrieva como Antonio, personaje interpretado por éste genial humorista argentino, quien genera unas notas psicopáticas, particularmente perturbadoras. Belén Chavanne como Julia y Andrea Frigerio como Irene.

Entre los diversos galardones recibidos por el ciudadano ilustre se encuentran: el premio a mejor película en el Festival Internacional de cine de Haifa en Israel; el premio a mejor guión y premio de la prensa cinematográfica en el Festival Internacional de cine La Habana, Cuba. El premio al mejor actor –para Oscar Martínez- en el Festival internacional de Venecia, en Italia, todos en el año 2016.

Puntuación: 5 sobre 5



Taxi Teherán (Jafar Panahi. Irán, 2015)

Enmarcado en el curioso género de “docuficción” vemos una travesura más del talentosísimo Jafar Panahi, quien comenzara su carrera como asistente, del no menos célebre, Abbas Kariostami. Siendo un director, editor, escritor y actor, Panahi se escuda en un trabajo temporal como taxista para darle vida a los temores, anécdotas y esperanzas de distintos ciudadanos de la capital iraní.

Las historias pasan con total desenfado por todos los tonos: conflictos personales, apuros de pareja, opiniones frente a crímenes o castigos, la percepción religiosa, los cambios de la tercera edad, la turbulencia de la niñez, lo efímero de la fama, los ahogos típicos de la  pre adolescencia y, por supuesto, el propio oficio del cineasta frente a las audiencias.

Panahi, es genio y figura. Al ser un activista de los derechos humanos ha tenido infinidad de problemas ya sea en su país natal, o en aeropuertos de occidente o  Asia. Su marca siempre ha sido la irreverencia y la idea de que el mundo debe ser libre para todos sin importar sexo, raza o perspectiva política. Ha luchado contra los lugares comunes de los excesos policiales generados luego de los ataques del 11 de septiembre en Nueva York… ha promovido causas como reformas escolares pro femeninas…se ha visto envuelto en polémicas, alrededor de temas tan disímiles como el aborto o el consumo del azúcar.

En fin, estas -y otras- posturas lo han llevado a la cárcel en diversas ocasiones. Justamente, éste film, junto al paródico This Is Not A Film de 2011, se convierte en una de sus nuevas obras en libertad, luego de varios años de arresto domiciliario. Así, en una trama, que parece sacada de la prensa nacional venezolana, agentes de su gobierno le niegan la salida del país, reteniéndole el pasaporte, luego de criticar asesinatos de estudiantes y excesos militares en represiones civiles.  Un maestro en pisar callos, éste documental grabado en el estilo de Guerrilla Film y altamente intoxicado de comedia, es una obra actual e irrepetible, que sin duda debe verse.

Taxi se llevó el oso de oro en el Festival internacional de cine de Berlín en 2015.

Puntuación 5 sobre 5


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@ortegabrothers



Thursday, August 10, 2017

Comedia surcoreana y terror británico


Cine para 2
Joaquín Ortega
Comedia coreana y terror británico

El cine nos lleva por sube y bajas emocionales con tanta naturalidad que, a veces olvidamos que su razón de ser, casi siempre, es sacarnos de la cotidianidad. Son muchas las versiones hollywoodenses de esa evasión de nuestro día a día, pero en pocas oportunidades nos acercamos a fábulas audiovisuales con el espíritu de otras latitudes. Asiáticos y británicos tienen mucho en común, más allá del consumo del té y el espíritu comercial, ambos pueblos tienen siempre un pie puesto en el futuro, a la vez, que no dejan de lado sus tradiciones culturales. Hoy en cine para dos vamos a echar un vistazo al cine inglés de terror más reciente y al cine coreano más familiar.

¿Cómo robar un perro? (Kim Sung-ho, 2014)

Los entuertos familiares son la excusa perfecta para iniciar tramas que nos mantengan con los ojos sobre la pantalla. En éste film surcoreano una familia dividida por problemas económicos -pero solidaria y amantísima entre sí- se contrasta con otra rica, pero, con poco amor compartido. La trama inicia con un plan perfecto para obtener dinero fácilmente. Una niña, decide secuestrar al perro Jack Russel Terrier de una vecina rica, pero como era de esperarse el conflicto se inicia cuando no todo ocurre como ella y sus amiguitos secuaces lo desean. Una serie de secuencias divertidas acompañan a un guión mitad infantil y mitad adulto. Cuenta con múltiples diálogos ingeniosos, apalancados en la expresividad de unos intérpretes que se presentan al principio exageradamente caricaturescos, para luego irse mostrando en contrarias capas emocionales, frente a los disparatados accidentes.  

Con una propuesta coral construida a base de niños llenos de buenas intenciones, adultos incomunicados, padres abatidos por vaivenes económicos, ricos cascarrabias e indigentes de buen corazón ésta historia comienza muy bien para terminar mejor.  Al ser una versión libre del libro homónimo de la famosa escritora norteamericana de novelas para niños Barbara O´Connor inspirará a los primeros lectores a comparar personajes y motivaciones, así como a aventurarse a ahondar en los textos que son tanto rituales de paso, como ejercicios de imaginación y lugares de ocurrencia para los dilemas éticos.  

Cómo robar un perro es una película que parodia de la mejor manera cintas de robo, con equivocaciones en restaurantes, torpes enamorados, malvados ineptos, mascotas traviesas y mendigos de gran corazón.  La estética visual combina lo mejor de los exteriores urbanos con una postproducción en el estilo de la televisión de concursos, digna de mencionar por su precisión y limpieza. Cómo robar un perro también obtuvo el primer premio en el décimo festival de cine internacional de niños en la India, llevándose el Golden Elephant en la categoría de mejor film asiático en 2015. Protagonizan Kim Hye-Ja como la dueña del perrito Wolly, Lee Ree como la tierna cabecilla de la banda, Choi Min-Soo como el vagabundo y Kang Hae-Jung como la madre.  Puntuación 5 sobre 5. 





Don´t Knock Twice (Caradog W. James, 2016)

El aliento y los ambientes de las historias de terror británicas han marcado generaciones enteras de creadores visuales a lo largo de las décadas. Enfocados casi siempre en la historia, más que en excesos de efectos especiales o montajes grandilocuentes logran proponer un cine que atrapa y que convence. Don´t Knock Twice no es la excepción en ésta nueva ola sobrenatural que parece venir con fuerza desde el cine y la TV de la pérfida Albión. 

La historia nos sumerge en una hilera de eventos extraños, sin dejar de lado la difícil relación de una madre artista que se reencuentra con su hija, y así, tratar de reconstruir un puente más franco entre ambas. La trama es sencilla: al despertar las fuerzas que habitan una supuesta casa embrujada, los males que allí ocurrieron tratan de alterar para siempre la vida de la joven y su familia.  Al parecer, quien los atormenta es la popular Baba Yaga, una figura del imaginario eslavo -mitad bruja, mitad espíritu del bosque- y cuyo nombre pudiera traducirse como la “vieja Yaga”.  Las acciones que se presentan hacia un solo fin, giran hacia cierta ambigüedad, haciendo que tanto las alucinaciones y las pesadillas -como las apariciones reales de la entidad espiritual- no dejen tener nunca clara a la audiencia de quién -o quienes- están detrás de los eventos terroríficos. 

Sospechas, asesinatos, tramas policiales alternas y portales dimensionales -que se agrietan y cierran sin aparente control- son parte de una historia que por estar contada en clave de conexiones intemporales, seguramente traiga una segunda o varias partes, después de ésta cinta. Protagonizan Katte Sakhoff y Lucy Boyton, como madre e hija respectivamente; Nick Moran, como el detective y Javier Botet como la pavorosa bruja que a muchos les robará la tranquilidad por un rato. Puntuación 4 sobre 5


@ortegabrothers


Wednesday, July 12, 2017

Cine para 2: Entre disfraces de superhéroes y disfraces de Drag Queen


Cine para 2
Joaquín Ortega
Entre disfraces de superhéroes y disfraces de Drag Queen


El cine de aventuras siempre contó con personajes adultos que cumplían cierta labor rutinaria en su vida, cuando de golpe, se transformaban -por eventos más grandes que ellos- en seres enérgicos capaces de vencer al mal. Las misiones eran tan importantes, como sus angustias anticipadas, y su grado de madurez iba de la mano de la intensidad de las batallas a enfrentar. Sería uno de los mismos creadores de esos arquetipos para el cómic -Stan Lee- quien diseñara un modelo distinto de personaje; así, dibuja a un joven con problemas típicos de la edad de sus primeros lectores de historieta.: Spider-Man cuando no combate a los malos, es un adolescente cuya transformación personal va de la mano de sus carencias económicas y el desarrollo de sus propios intereses y talentos. Por otro lado, frente al cine de aventuras tenemos un documental dirigido por el venezolano Tom Monasterios,  quien aborda el tema de los derechos sexuales de las llamadas minorías LGBT, dando una mirada que es, a la vez, el viaje de un latinoamericano en Estados Unidos y un estudio comparativo de religión, amistad, miradas lúdicas y antropología cultural. Hoy en cine para 2 conectamos las aventuras con un cable a tierra y les invitamos a darles un ojo.

Spider-man, Homecoming (Jon Watts, 2017)

En la jerga de las computadoras y del cine masivo el término “Reboot” significa “reiniciar”, y esto es lo que trae la película número 16 del universo cinemático de Marvel. La historia la hemos visto infinidad de veces, pero son varias las diferencias con los inicios de las películas previas. Todo comienza luego de la famosa batalla de Nueva York, el terrible incidente en donde The Avengers vencen a las fuerzas combinadas de los extraterrestres Chitauri guiadas hasta la tierra por Loki, el hermano perverso de Thor. Peter Parker, ahora es tutorado, en cierta medida por Tony Stark, quien insiste en que puede ser parte de ésta nueva camada de superhéroes, pero con paciencia y trabajo duro. De hecho, gran parte del mensaje subyacente de la película va dirigido al tema de la posibilidad de lograr todo lo que cualquiera pueda proponerse con dedicación y paciencia. Las escenas postcréditos hacen énfasis en el asunto de nuevo, de boca de Steve Rogers, el Capitán América.  La dirección de Jon Watts juega en distintos niveles con las emociones propias de la edades de paso, cierto tono de terror y tensión y, claro está, mucho humor como ya ha venido desarrollando el universo Marvel por derecho propio. Dos de sus películas anteriores Clown (2014) y Cop Car (2015) son altamente recomendables y en dos géneros distintos. En el resto del elenco Michael Keaton como Vulture y el regreso de Jon Favreu como Happy Hogan convierten la experiencia actoral junto al joven Tom Holland en una experiencia de posturas éticas más allá de un simple divertimento fílmico. Puntuación: 5 sobre 5

La Experiencia LGBT (Tom Monasterios, 2016)

El documental es una pieza audiovisual con un carácter marcadamente descriptivo, casi siempre, en un modo y tono narrativo que hace todo lo posible porque sea la audiencia quien saque sus propias conclusiones. En éste caso, el trabajo del venezolano Tom Monasterios cumple con las normas clásicas del género. Eso sí, lo hace con un ritmo poco común que hace que nos interesemos del lado humano de aquellos que celebran haber encontrado su sexualidad y mostrarla sin culpas ni miedos. Las preguntas nacen de la propia interacción con los entrevistados: ¿se nace homosexual? ¿es un asunto de moldeado familiar o social? ¿la educación forma a los ciudadanos para entender la diversidad de las emociones y las necesidades eróticas adolescentes y adultas? Asimismo, resulta novedoso para el público latino ver, de primera mano, las estructuradas argumentaciones de religiosos abiertamente homosexuales…o conocer de primera mano cómo es la cotidianidad -y la protección más allá de lo genital- de hombres y mujeres, cuya vida íntima pudo –y puede- ser considerada delito en otras latitudes. Este trabajo es sin duda, una excelente iniciación al tema, y si bien la divulgación nunca es completa y quedan muchas más preguntas por resolver –incluida el tema actual de la inserción de una letra más en las siglas LGBT, es decir, LGBTI- un producto de ésta factura e intencionalidad, hablan muy bien de las posibilidades de diálogo e integración que las sociedades maduras se merecen.  Puntuación: 5 sobre 5.


@ortegabrothers

Cine para 2: Argentina y Venezuela obediencia militar y política


Cine para 2
Argentina y Venezuela obediencia militar y política.
Joaquín Ortega

El lenguaje del cine es el de las emociones. No importa el idioma si los actores y la puesta en escena nos convencen de que algo real está sucediendo. Si le pasa a los protagonistas podría pasarnos a nosotros ¿Cierto? Hoy revisaremos dos dramas cruzados por la obediencia y la autocrítica. Seguir órdenes o impartirlas nunca estarán en el mismo rango de valoraciones, aún cuando muchos crean que ejercer la libertad -o el liderazgo- es cosa fácil. Hoy en cine para dos revisaremos Kóblic del argentino Sebastián Borensztéin y La planta insolente del venezolano Román Chalbaud.


Kóblic (Sebastián Borensztéin, 2016) basa su tensión dramática en los conflictos de personalidad y de interacción social de un militar retirado, perseguido por sus propios demonios de guerra. Habiéndose encargado de algunas desapariciones forzadas durante la dictadura –específicamente del lanzamiento desde el aire de guerrilleros y militantes comunistas- el capitán, interpretado por Ricardo Darín- planea vivir en el bajo perfil, desmarcado de acciones violentas, recluido en su cotidianidad y recuerdos. Todo esto cambiará de un momento a otro, cuando un oficial de policía cruel e injusto (Oscar Martínez) insista en alterar el frágil equilibrio del refugio de nuestro antihéroe. Como es de esperarse, la película unificará algunas reglas del género Western en donde un desconocido con pasado funesto -y capacidades inesperadas para la defensa y el ataque- sale en ayuda de una comunidad dócil y sometida. También se establecen diálogos a lo Film Noir y en especial, ciertas licencias históricas para darle una suerte de final digno y digerible a muchos de los veteranos de esa ofensiva política de los años 70, simple excusa en la vida real, para consolidar una larga dictadura militar. La narrativa visual de la historia juega con grandes planos y momentos intimistas, conjugando tonos sensibles sin llegar a ser un ejercicio de duelos sombríos.  Si bien el propio género bebe constantemente de la obra de John Huston, John Ford, Sam Peckinpah o los más recientes ejercicios de Clint Eastwood –Unforgiven-, los hermanos Cohen –No Country For The Old Men- o David McKenzie –High Hell Or High Water-  ésta cinta encuentra un punto medio entre homenaje y particularidad.  Protagonizan Ricardo Darín, Oscar Martínez e Inma Cuesta. Cabe destacar la pertinente escolta musical de Federico Jusid, recordado por ser el compositor de la hermosísima banda sonora de El Secreto de sus ojos (Juan José Campanella, 2009). Oscar Martínez obtuvo el premio al mejor actor de reparto en el festival de cine de Málaga, al igual que Rodrigo Pulpeiro se llevaría el primer premio en el mismo festival por su trabajo en el área de fotografía. Puntuación 3 sobre 5.

La planta insolente (Román Chalbaud, 2017)

Cuando algo no va a salir bien, nada mejor que sea desde el principio. Ésta cinta toma como excusa política para el presente, un evento histórico disfrazado de nacionalismo, cuando la mayoría de sus causas no fueron más que una sucesión de corruptelas y excesos administrativos. Roberto Moll es Cipriano Castro, un presidente venezolano    -con marcado acento peruano- cuya interpretación señala, a su vez, un deje melodramático más cercano a la telenovela que al cine. Si se contrastan sus valores narrativos y estéticos poniéndola al frente de El Cabito (Daniel Oropeza, 1978), queda en franca desventaja, a pesar de los ingentes recursos técnicos actuales; ya que la obra de los años setenta, sin contar con escenas de batallas grandilocuentes en tierra o enfrentamientos navales -con efectos especiales de tráiler a lo juego de video- pone en evidencia que la verosimilitud cinematográfica se logra con algo distinto a la postproducción o a la publicidad. Existen actuaciones desaprovechadas como las de Antonio Cuevas –luchando contra la caída de un maquillaje que traspasa cada línea, vigorosamente interpretada-  y otras inexistentes, por decir lo mínimo, como es el caso de un Gómez, anodino, casi en clave de performance escolar- La mezcla final de la cinta abusa del volumen musical, inconsecuencias argumentales, errores de continuidad y baches de trama que atentan contra la coherencia interna de acciones y personajes. Puntuación: 1 sobre 5


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@ortegabrothers