Partes
privadas: la brujería y la ciencia
Joaquín
Ortega
Cuando entiendes cómo funciona el truco del
mago, pasan dos cosas: pierdes la mitad del interés o terminas enfiebrado a la
ene potencia con el showcito. Igual pasa con la cantidad infinita de vericuetos,
nombres, renombres, sobrenombres, capas, muelas y recontra muelas de los mundos
de la brujería y de la ciencia. Al fin y al cabo, nada más lindo que explorar
este par de actividades con tanto en común, a saber: predicciones que nunca pegan,
errores a los que le echan tierra y gente fanática, que mínimo deja de hablarte,
sí osas poner en duda lo que dicen.
Seamos desapasionados: cuando la ciencia dice
que va a pasar algo, no pasa; o sí pasa, es después de cuando lo dijeron. Cuando una bruja te dice que los papeles te
van a salir sin problemas, pero terminas pagando por algo, que supuestamente es
sin costo, estas claro que la cagó –y tú también la pusiste, porque en el mundo
nada es gratis-
Hagamos un fugaz seguimiento: sí el
observatorio Cajigal dice que mañana lloverá, segurito habrá sol; y sí les da
por preparar un combo anti sismo a los de Funvisis,
tengamos la seguridad de que temblará cuando tu marido bote la basura, por su
propia voluntad. Es decir, más nunca. Cuando cualquier adivinadora le echa las
cartas a la Miss Simpatía de turno, a esa pobre hambrienta le promete la
corona, contratos millonarios, un hijo con Donald Trump y hasta el súper poder
de hartarse de birra y pizza sin engordar. Al final del año lectivo, lo único divertido
que terminará haciendo es generar envidia, entre las compañeras de promoción
del colegio.
Hay tantos
pelones en la ciencia que duelen como masticarse la lengua, y de paso, todavía
ponen de mal humor a los seguidores del mainstream
científico. Veamos algunos: el recalentamiento global y el descubrimiento de la
sucralosa –Splenda, por sí tiene el
chance de traernos cuando viaje, hágalo please-
En el primer caso, resulta que no solo, no nos estamos recalentando, sino que más
bien nos estamos enfriando. En pocas palabras, vamos de jeta a pegarle los
dientes a una nueva y empoderada era glaciar. En el segundo caso, como tantas
equivocaciones provechosas, resulta que un científico estaba trabajando en su
laboratorio y escuchó mal una orden en inglés y en lugar de “test”, escuchó
“taste” y el idiota se lo metió a la boca y le supo dulcito.
Otro caso típico donde la ciencia da risa: el
brontosaurio nunca existió, fue un caso característico de imaginación desbordada.
A partir de unos huesos inconexos un científico bastante creativo, dibujó su dragón herbívoro personal: una
especie de vaca gigante con cuello de culebra y cerebro de pajarito. Nos diseñó
un animal que salió de sus puras y ociosas ilusiones. Estamos seguros que
ningún profesor de bachillerato ha tenido la decencia de decírselo hasta ahora
¿Verdad?
Ahora, vayamos a la brujería: cuando algo no
sale es culpa de un trabajo contrario, cuando sale es efecto de los poderes del
brujo que le echa el cuento. Sí va para otro brujo, dirá que el que no sabía
era el brujo anterior, y así hasta el infinito, escurriendo el bulto. ¿Y la
mujer necia? Segurito se quedará de mejor amiga, de la pitonisa que le diga, lo que ella quiere
escuchar… o que le prometa hacerle ese amarre al macho que desea someter.
Según un estudio pagado por unos curas
católicos en 2014, las cartas y el futuro se leen en Latinoamérica en un
promedio de 252 veces por persona cada año. ¡Échale bolas! es como decir que te
lees las cartas un día sí y otro no. Del otro lado, entérese de que los papeles
de trabajo científicos tienen en el mundo un promedio de 0.6 lectores; es
decir, menos de una persona por ensayo anualmente. ¿Qué vaina es esa? Dígame
usted. ¿Hasta cuando el chistecito de qué vino primero, que sí el huevo o la
gallina? Ahí, ciertamente la prueba empírica mata todo, porque sabemos que la cáscara
del huevo solo puede desarrollarse con la proteína que produce la gallina
adulta. Claro está, que sí la bruja dice que antes del huevo, vino un catire
con real, entonces créale a la bruja, porque usted vive en Venezuela y no en lugares
donde no lo someten a hacer colas por su ración de latas de muela.
@ortegabrothers
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