Monday, July 02, 2012

De Monstruos y otros ciudadanos: Jesús Alberto

De Monstruos y otros ciudadanos: Jesús Alberto
Joaquín Ortega


Jesús Alberto escucha el ruido de las turbinas
Y lo convence de que deben hacerse ciertos ajustes
Prepara ciertas sabanas y aceites
Hace un té cargado para poder olerlo desde lejos
Los ajustes que le vienen a la mente a Jesús Alberto son únicos
Por eso
Prefieren la caligrafía de los terremotos
Y los pequeños compromisos con los ángulos
La bañera de Jesús Alberto perennemente aguanta artefactos y palíndromos
Los palíndromos son las voces permutadas de sus amigas temperamentales
Unas llegan por temporadas cortas
Otras por temporadas muy largas
Casi siempre muy largas para el tiempo que puede percibirse
Jesús Alberto observa desde la cocina el agua que hace su trabajo
Resfría y suaviza las túnicas que coexistirán como telas fronterizas
Como artilugio cuadriculado para la ropa en la que otros quieren verse
Jesús Alberto sale y entra de sus habitaciones
Con un pié arrastrado por el dolor
A veces, las visitas no agradecen los mimos
Y se convierten en peces grandes fuera del agua
Sin anzuelo Jesús Alberto les lava el cabello hasta que parece de oro
O de un metal muy frío y esplendente a lo lejos 
Las primeras membranas que tuvo Jesús Alberto son sus blasones
Las segundas son sus velas y cubren los mangos de sus remos
Cuando él sube las escaleras con los músculos maduros en cutícula
Sabe que les está dando un regalo a reyes viejos
Que no desertan del pasado
Y que sí lo hacen, es a ratos, para sonreírle a Jesús Alberto
Las ofrendas son para el mismo, ellos lo saben
Pero igual se iluminan ante su tenacidad y buen trazo
Jesús Alberto casi tiene listos los nuevos instrumentos
Para poder hacer más dibujos en menos tiempo
Y sobre todo más brillantes que otros superados
Jesús Alberto se va por unos días de sus habitaciones
Y recorre paisajes llenos de luz para buscar inspiración
Encuentra árboles con ramas abiertas y con quiebres repletos de mala ortografía
Sube montañas con las curvas más inclinadas y las peores curas para las rodillas
Jesús Alberto regresa a casa aliviado y lleno de ideas nuevas
Y en la bañera florecen en la superficie
El arte que consigue fragmentos
Ya Jesús Alberto puede despegar con sutileza la piel de la carne
Y las muñecas que alguna vez hablaron vivirán para siempre
Como el fondo de perdurables dibujos
Corte.-        Job23:58.-



1 comment:

Anonymous said...

jajajajajajajaja
jajajajajajajajajajaja
masfino