Tuesday, January 31, 2012

De Monstruos y otros ciudadanos: Jack



De Monstruos y otros ciudadanos: Jack
Jack rompe sobres donde aparecen elefantes de cera gris
Contra la luz de sus pupilas se ponen rojos y a veces lánguidos
La pirámide que respira sobre la mesa
Parece moverse para que Jack coloque a sus elefantes
Jack sabe que cada paso es lento
Que la mesa puede caer por tanto peso
Pero igualmente coloca nueve gigantes idénticos
Para que los conozcan desde afuera
Primero las coquetas preguntan
Jack les pone un nombre distinto a cada paquidermo
Los conecta con historias y especies falsas
Los emparenta con jefes reales
Y con cabalgaduras de tierras fértiles
Jack corre en el papel con cada elefante vendido
Se sube a repisas ajenas y brinca a través de cristales
Los colmillos son acicalados y el elefante que ahora es Jack
Se pone tan quieto que parece una piedra pintada
Que se hace pasar por la obra de un hombre diestro
Que se empeña en hacer juicios en el silencio
Jack no olvida y
El elefante recuerda
Las personas se distraen y dejan de lado al animal y al proveedor
Pero, por el lomo brillante rueda una gota espesa
En el mutis de las confusiones se hacen hélices
En la premura de las sombras se recuecen fotos inservibles
Todo tiembla donde un elefante comienza a estirarse
El elefante es lento pero decidido
Parece estar cansado pero su pausa es decisión
Cada pata es un tronco al cielo
La trompa sin señales de ruido
Recorre la piel de los dormidos como un guante con una mano dentro
Jack no es ese elefante
No es ningún elefante
Pero a veces, por un momento, es todos y ninguno
Sube las escaleras
Con zancadas que rebotan parecidas a las alas en un viento ficticio
Jack entra al cuarto para abrevarse de la sed que solo sufren
Ciertos elefantes
De la disposición de Jack
De la altura y el peso que deshacen ríos para beberlos
Un silbido largo y luego solo mudez en las brumas
Del calor del día de la manada
Al frío de la noche en donde las muñecas de trapo
Terminan destrozadas en el piso
En donde y cuando Jack vuelve a elegir elefantes
Que serán sus ojos en los salones encantados
Para poder llenarlos de carreras y destrozos
Y refrescamiento de orejas que baten sobre los huesos
Posiblemente
Jack no sea ningún elefante
Pero sus patas enfundadas con zapatos deportivos
Cumplen con deshacer los sueños de muñecas reales
Abandonadas a la venganza de determinados herbívoros funestos

Corte.-                                                                           Job23:58.-






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