Sunday, October 30, 2011

Diario de un jodedor: malandro fashion


Diario de un jodedor
Malandro fashion
 Joaquín Ortega

La fiebre por los tipos malos es tan vieja como el gusto por los antihéroes. Los gringos se enamoraron de Jesse James, Billy The Kid, Dillinger, Bonnie y Clyde o la niña rica y súper loca de Patty Hearst, igualito que lo hicieron sus tatarabuelos cuando regaban la baba por  un asaltante de caminos como Robin Hood y de su parranda de botineros de autobusete de tracción a burro. En Venezuela, el sucedáneo del amor por el Yoifre y el Oriente es la moda de los pantalones a una cuarta de las nalgas. 

Como ya se sabe hasta la saciedad, los zapatos sin trenzas y los pantalones sin correa, pasaron al street fashion, en vista de que los ex convictos usaban ese look “recluso en visita” como parte de su repertorio de malandreo callejero.  Así las cosas, ser malandro pasa por verse como uno…y para verse como uno, nada mejor que imitar al que estuvo dentro del pipote. 

En Venezuela, la fijación por la copia, le ha dado ahora a la generación Wikipedia un nuevo gusto por mostrar, no solo los interiores, sino la vergonzosa rebanada híspida, la marca de los Lummox de Ren y Stimpyla alcancía peluda pues!- y sin ningún pudor, exhiben por la vida unos interiores rufiados, amén de los cuartos traseros de macho, que sabemos que en un número más allá del promedio, será siempre algo incontablemente lúgubre para  conocer.

En clave de género, a las jevas les ha dado por ponerse pantalones a la cadera -que de “todas todas” enseñarán siempre la ranura para el deposito- mientras que a los varones, en medio de un viaje febril al mundo de Marky Mark          –AKA Mark Whalberg o al revés- creen que se ven bellos, y sobre todo novedosos, con su modita de pantalones caídos. 

¿Qué les parece si intentan esto?: dejen un sábado de mandar cadenas por PIN y pregúnteles a sus tíos, padres -o novios de su mamá- si fueron surfistas en los años ochenta. Seguramente les podrán contar algo de los Levi´s 501 de pana y los shorts Ocean Pacific debajo de estos. Sería bueno que les preguntaran qué eran esas billeteras de cierre mágico que supuestamente repelían el agua. Una investigación -o al menos una medio conversadita con alguien con 20 años de diferencia- les pueda hacer entender que ya llegaron tarde al ridículo, que compraron la entrada rancia a la falsa rebeldía –¿oíste Arjona? ¿oíste Calle 13? Sepan que no es nada nuevo tomarse  medio litro de Riko Malt después del monte; conocerán por fuentes vivas que no son los primero en emprender viajes a Chirimena en autos embutidos con sudor, violín y birra caliente, mientras se oye, en una sola corneta, una selección interminable de banditas reggae cutre.

Por favor, hay que hacer el esfuerzo por comer a las horas, agregarle proteínas a la dieta. Saber algo más que Skins lo pasan por MTV y que el color del equipo Vino Tinto, es vino tinto no es suficiente. Recuerda: vegetariano que no vive deprimido no es vegetariano, y el vegetarianismo cultural te embrutece el alma y te pone flojo hasta para el pesimismo. Amiguita: que todo tu mundo gire en torno a Chino y Nacho -o Wisin y Yandel- no hará que seas mejor en nada, a menos que tus estándares contemplen preñarte de alguien equis, por culpa del perreo, en la mitad del ciclo. Amiguito: andar por allí oliendo a actorcito salido de casting, en plan de martillo -de un trago que ni siquiera sabes pronunciar- a la freakie que te pide el autógrafo  y que imagina  que se está casando por el civil contigo- te pone al nivel del mágico mundo del fracaso. Recuerda: ni la Villa del Cine es Hollywood, ni tu vida de borrachín es la de un millonario traspapelado como Charlie Sheen. Si se quiere tomar el rumbo de una vida conveniente hay que mandarse a hacer unas franelas que digan: Wikipedia, reguetón y chucherías: tumbando el promedio universitario desde el 2002. Y no te tumbes la frase que el copyright viene con karma,  arrecho y a la vuelta de la esquina.

Consultorio:
P: Querido Joaquín: tengo 19 añitos y soy una talentosa armadora de embustes en mi círculo Google + más cercano. Últimamente, he tenido unas fantasías extrañas, en donde me disfrazo de policía con bigote, lipa y bojote falso. En mi ensueño, casi húmedo, rapto al portugués -que cuida la caja registradora en la panadería cerca de mi casa- y me lo llevo a un galpón con un baño Fundación Pacífico, al que le queda la puertica entreabierta. Yo, vestida de oficial de la ley, le doy anís a juro, lo vejo, le pido la cédula gritándole obscenidades -solamente escuchadas entre ventanas y puertas de vecinas de cualquier residencia estudiantil caraqueña- y después, quitándome la ropa, le digo que me toque la oreja derecha con una sola mano, porque la otra la tiene sucia. Ahí mismo, siento que me estremezco en un clímax -tipo terremoto de Chile- luego, vuelvo a entrar en un miedo al rechazo, que hace que me acueste inmediatamente con el señor que me paga la universidad, y que fue novio de mi tía la mayor. Cuéntame desde tu perspectiva holística del método Vizcarrondo ¿qué debo hacer para poder darle rico con todos los hombres que me gustan y no solo con mi sponsor educativo? Tuya: Verónica Carla Bryson Estrada Esparza y Bonawell Carter

R: Mi querida exterminadora de Tamagotchis, hoy te hablaré de Simón, El Mago. En una versión fílmica, éste surrealista personaje se pasaba una daga sagrada, de una mano a otra, en pleno Central Park invocando el principio: “magnético-eléctrico”. Si tu especialidad es la equivocación y la inversión disimulada de roles lo más sano es que juegues a que eres el señor que te paga la universidad. Pudieras trabajar y ahorrar lo suficiente como para pagarte un semestre. Si bajaras el ritmo de la rumba y la sobredosis de spa, verás que poniendo un cheque tuyo, con la pelota de plata que cuesta el semestre, incluso te provocará asistir a clases y estudiar para pasar -y no esperar a que te soplen el examen por el audífono manos libres. En fin, no me hagas caso y pásame tu foto twittpic para ver si hacemos una vaca entre los panas, y te conviertes en nuestra roommate oficial pero ya.  



4 comments:

Nina said...

Jajajaja "tumbando el promedio universitario desde 2002"

Imprimamos las camisas y las vendemos en el mercadito de la plaza.

Joaquín Ortega said...

si va!!!

Anonymous said...

" fue novio d mi tia la mayor".....Lo vloviste a hacer...

Joaquín Ortega said...

jaajajaja