Thursday, October 06, 2011

De Monstruos y otros ciudadanos: Ramón



De Monstruos y otros ciudadanos: Ramón

Ramón quiere sorprender a sus invitados
Por eso los convites a su expedición son numeradas
Ramón sueña con goteros dentro de las nubes
Que alguien va apretando hasta formar los cántaros que en otros provoca
Nudos en la garganta
En las tardes más acaloradas Ramón revisa discos viejos en acetato
Encuentra a Nina Hagen vestida de elementos de una tabla periódica
Descubre a Miles Davis, espeso frente cordeles rojos y zapatos de mujer
Piensa que no sólo hay lados oscuros en la luna…
Pues seguramente, hay mil ejemplares de relámpagos liosos en el sol
Ramón
Ilustra muecas psicodélicas mientras Yes se debate en eternos solos e intros de teclado… y refulgentes hilanderías de percusiones
Ramón arma una banda de amigos que nunca le fallan
Todos llamados por una inicial
Se orientan como caras distintas de la misma mala actividad
Y se agazapan entre los rieles para esperar caminantes desprevenidos
No hay mejor tren que aquel que te conduce
Hasta el enjuague de toda traza
De toda partícula de culpa
De todo engranaje de débito humano
Poco a poco, aparecen los caminantes
Los más lentos e intoxicados
Los más mezquinos, posiblemente
Los que no le incumben a nadie
Los que quieren esconderse y que en ningún tiempo serán extrañados
Ramón y sus amigos los cercan con sonidos que parecen música
Los más nocturnos, temen menos que los andarines matinales
Pero igualmente, pueden sentirse afortunados
Porque la música acuática, ya los anestesia un tanto
De manera, que los peces vidriosos de gran tamaño
Que rompen la tierra y manifiestan su naturaleza
Lo hacen con algún tipo de benevolencia para la presa
Esa paz previa trabaja en equipo, para fragmentar el fuerte ayuno de Ramón y sus amigos
La música no es música
Es un espejismo
Y se conecta con el cansancio
Almas solas que ya no sabrán de frío
Porque Ramón forma un redondel más pequeño
Y los caminantes se pierden
Hasta arrodillarse
Ramón sabe a licor dulce y a hierbas ilegales
Ramón es módico y depreciado
En el mundo de buitres maduros que son parte de su anagrama
Él sólo es una hueste que aísla sentidos y que ríe después de todos
Mientras los cuerpos caen
Mucho después de que las mentes mezclen oscuridad con lástima
Ramón estrecha el encierro
Y los ve arroparse con una máquina y cien monedas gigantes
Que mascan y trituran
Ramón se sienta en su una alegría destilada
Y se mete en otra botella y en otra y en otra y en otra
Besando bocas, dando invitaciones numeradas


2 comments:

Deyanira Díaz said...

Brutal y alucinante. La verdad no puede ser dibujada con mejores trazos. La araña envuelve a los viajeros desprevenidos, cansados, en una danza dionisíaca y luego los devora. Saludos.

Joaquín Ortega said...

gracias DEyanira
un beso!