Monday, August 29, 2011

Diario de un jodedor: ¿Quién da más?

Diario de un jodedor: ¿Quién da más?

Joaquín Ortega

Las pujas y el arte van de la mano, son como esa la bella dupla de cenar a medianoche y sufrir un ataque al corazón… o la espesa combinatoria del zapping por canales soft porn y los sueños eróticos con las compañeras más repugnantes de la oficina. No hay un sola galería en el mundo que no haya tenido una noche loca en donde el flamante zoo bohemio -conformado por los nuevos ricos, la narcomoda, el pericomunismo, la homosexualidad hipster y los ex criminales de guerras televisadas- no se hayan comido unos pasapalos -frente a las toneladas de albañilería postmoderna- que legitimará sus relámpagos swingers o sus arrebatos de indignación, ante los desmanes del capitalismo maluco, que tan eficazmente les cuidará sus ahorros, para el futuro de sus hijos, nietos, acciones y pent-houses.

En las galerías, también abundan tres especies a punto de canibalizarse: los huele bonches profesionales; las ex actrices reducidas a prepagos de la franja estadística de asiáticos de lobby; y, las gold diggers con ego endurecido a punta de alcaloides. Entre cotilleos, vino bellaco nacional, pasapalos de panadería y bastante olor a Perfume Factory, a estos lindos asistentes se les puede ir la noche sin saber a qué fueron y sobre todo, corren con una altísima posibilidad de olvidar que estuvieron allí.

Las selector fashion, también juegan un papel clave: le dan luces a la galería sobre cómo no se combinan creativamente beats, niveles de sonido y periodos musicales. Esta subespecie del peluquerismo moral –colaboracionista y con rayas en los tracks del ADN- nos muestra rostro a rostro, cómo la aparición del Ipod en modo random es la venganza soterrada del Walkman, sobre una humanidad que cambió al LP por el CD y otros formatos de debilitamiento de la fidelidad.

Ahora, la culpa no es de ellos nada más. Muchos artistas tampoco ayudan y sus arquetipos se repiten como barajas de un naipe dañadito y junguiano –si acaso no es lo mismo-. Veamos: mantenidos que descubren el photoshop a los 40 años, esquizofrénicas con acceso a libertades ilimitadas en Cadivi, deudores hipotecarios con arrebatos de mediumnidad dirigida, rebuscadores de baños públicos -que saben sin saberlo- que la primera discusión sobre las bellas artes no comenzó en los patios internos de un ateneo en el mediterráneo, sino en las peloteras cuerpo a cuerpo, y que sin la parte de abajo del flux, organizaban las sociedades secretas más protogay de la criptohistoria humana.

Al fin y al cabo ¿a quién le importa? El buen gusto y la verdadera apreciación de colores, formatos y conceptos nunca existirán en los supermercados del arte, esos huecos encofrados entre cloacas y callejones oscuros de municipios en proceso de balcanización. Vayámonos con algo bonito y efímero de verdad. Citemos al diseñador Yohji Yamamoto: “una flor bella no existe, sólo existe el momento cuando la flor parece bella”.

Consultorio

Querido Joaquín. Soy una asistente en proceso de ser cajera en una tienda de feng shui a punto de cerrar por llevar doble contabilidad. Te cuento que me encanta mi trabajo y mi maestro de limpieza de chacras –un lindo arabito de 66 años- juega conmigo después del trabajo. Él me disfraza de la gatica dorada que mueve la patica para atraer el dinero. Él me baña con esencia de yerbabuena para limpiarme el aura. Él es súper familiar y a veces trae a sus primos para medirme los pies con un juego libanés que consiste en adivinar la talla de mi zapato, mientras yo les canto temas de las cinco grandes desnuda con los ojos tapados. Hasta aquí todo chévere, pero mi problema es otro: ¿cómo hago para que esta gente tan decente me esclavice en serio y yo pueda ser la “no persona” con la que he soñado desde que vi mi primer film totalitario arropada con la piel de un sharpei y tocada con una corona de papel de aluminio? ¡Ilumíname! ¡oh tu padre del perro caliente con queso amarillo rayado y del bostezo caleta en la consultas psiquiátricas! Tuya, holística, sistémica y conectada con el universo: Karen Van Der Monty Dhamaris Garzón Mejías Resprin. Alias, la Joy McLane

R: Querida apócope de gente. Tu situación frente al espejo de tus pasiones es mucho más sencilla de lo que crees. La primera resolución que debes tomar es asumir que tu público objetivo te ve más como un entremés, que como un plato principal. Tú eres una especie de pancito pita frito para untarse con crema de berenjena. La estrategia frente a tu reto es mentalizarte como una pieza dentro de una nevera de automercado. Imagínate primero que eres un pote de yogurt. Luego que eres un queso feta. Luego indistintamente asume el rol de leche descremada y de guasacaca envasada al vacío. Tu mente ya no será la misma desde que aprendas a mimetizar tu emoción de ser objeto erógeno, con el verdadero acto de entregarte a tus nuevos propietarios. Recuerda que cada paso que des en la integración de tu amor a la humillación te hará brillar en la bandeja de comida erótica que espera por tu presencia. Por cierto, tú no estás frita por el new age sino por alguna proteína que no le metiste al coco de chiquita. Así que porfa, ve comprando preservativos con vitamina c y ácido fólico incluido, no vaya a ser que se te quede la sonrisa en pausa.


2 comments:

Carlos Zarzalejo said...

¿Qué sería de venezuela si quitaran Perfumes Factory? jajaja Saludos.

Joaquín Ortega said...

jajajaja
tienes razón hermano!!

no seriamos nada jajajaja