Sunday, September 19, 2010

Diario de un jodedor: la suerte de unos



Diario de un jodedor

La suerte de unos

Joaquín Ortega

Enviudar es para un maganzón lo más parecido a que su mamá se muera dos veces. Perder de vista el sitio de las cosas, que jamás has sabido dónde están, resulta mucho peor, que sentirse despojado de esa “transmisión constante dando órdenes” que era la occisa. Sí se hace una lista de las cosas que extrañas de tu primera esposa, casi todas se resumen en silencios y placeres. Los silencios cada vez eran menores -y por esos hasta los pedías hincado en oración- al igual que los placeres, los cuales terminaban confundidos, entre una lista de tareas por cumplir, en alguna agenda gris pegada a la nevera.

El matrimonio más dramático nunca será a los que ocurren en el cine o la TV. Por si no han se han dado cuenta, no existen comerciales entre escena y escena, después de un acto de amor, no brincas directamente a la oficina o a un café en donde estás ya bañado y vestido, revisando correos en un laptop. La vida real es lenta, condenada a estar conectada a acciones que no puedes evadir y jamás alcanzas a entender, incluso, aunque decidas conversar en plan de diálogos perfectos: “emisión-recepción-comprensión-emisión” y bla, bla, bla hasta el infinito. Si Howard Hawks resucitara y viera su hermosa creación del overlapping dialogue en tiempo presente y sin ningún tipo de chiste por ningún lado, seguro que se vuelve a lavar las manos con Ariel hasta pulirse las uñas.

Ser viudo es una bendición para todos, pero un dato que pocos persiguen valorar. Ser viudo es una galleta de la fortuna que no queremos leer, es un signo de que algo hicimos bien, y que luego el destino te devuelve. Seguramente en otra vida salvaste a un mártir de una ejecución, le extrajiste una espina de una pata a un león o simplemente le diste el paso a un duende disfrazado de autobús escolar. No hay que ser tan rata con el destino, hay que saber agradecer.

Lo mejor de ser viudo es que produces esa sensación que le encanta a las mujeres de todas las edades: “das lástima y quesito a la vez”. En cierto círculo de damas exigentes, ya sea por demasiado acceso a internet o por planes de viajero frecuente, ser viudo es mejor que ser divorciado o soltero. Para ellas. “si eres divorciado algo malo tienes, algo malo hiciste; si eres soltero algo malo tendrás o esconderás”. Hay que prepararse para las inesperadas ventanas de oportunidad que se despliegan en esta nueva fase inaugural del poder macho. Beba, salga, rumbee, limpie esos closets y bote sin mirar, es mejor guardar un recuerdo bonito de lo que creíamos tener al otro lado de la cama, que revisar demasiadas gavetas y conseguirnos con lo que era esa criatura en realidad. Si le queda cierta necesidad entre melancólica y marginal viva sus tiempos de draga y responda como Groucho Marx en Fywheel, Shyster and Flywheel: “yo ya llevo ropa de hombre, menos los zapatos que son de mi mujer”

Consultorio:

Querido Joaquín. Soy una joven emo-gótica-poteriana-Evanescent-maniaca, como una vez me escribieron con ácido sobre el capó del carro de mi mamá. Te cuento que estoy empatada con un hombre mayor, digo como de tu edad, pero mejor conservado y que tiene una banda de homenaje a The Cure. El problema es que con todo ese rímel y vestido de negro me recuerda demasiado a mi tía. Si le pones un monedero debajo del brazo, parece una señora gorda de luto. A mí no es que me importe mucho el chalequeo cuando salimos, sino que ahora antes de hacer el amor me pide que le de besos allá abajo mientras repito: “Hello my name is Robert Smith”. Yo no me siento usada ni mucho menos, el problema es que mi inglés no es tan bueno y él se burla de mi pronunciación bostoniana. Luego llora un rato y se monta en un orbitrek desnudo y con un morral vacío en la espalda, de cuando hizo la primaria en el Champagnat. Oh tú, prudente cruzado de las causas caducas, auxíliame para complacer a mi hombre y que no me deje por un perol de esos que venden por As Seen on TV. Tuya, depre, pero pastelita sin ser junkie: Aida Turandota Fergie Sabrina del Valle Romelspierre Freites.

Querida proto copycat de copycat de Vanessa Davies. Existen ironías que uno no puede dejar pasar, para muestra un ejemplo: un caballo que no hace mucho tumbó al suelo a un connotado izquierdista, ahora multimillonario y aristócrata por compra del título, se llamaba Pinochet. Si eso no es un chiste oscuro yo no sé qué podrá serlo. En tu caso, nadie está empatada con ese señor que intuyo se llama “goldark” –mezcla de “goldo” y “dark”, ese señor eres tú. Lo más seguro es que nunca hayas tenido sexual con nadie–excluyendo claro está a Mr. Waters, vía Fundación Pacífico, y que incluso ni inscrita en la universidad estés. Mi recomendación es que salgas de ese locutorio, te entregues como pasante ficticia de un programa de TV en producción y que le exijas a tus jefes que te lleven a la cama cuatro veces a la semana o 12 veces al mes. En un futuro, que no te importe que te digan que te han abierto más que la nevera de Seinfeld, sácate esa locura Emo y cómprate un carro para que bajes a La Guaira: la playa es gratis.

5 comments:

Anonymous said...

Verga hermano, cada vez estan mejores estas cronicas (no se como llamarlas) tuyas. Un fuerte saludo te envia toda la familia Risquez Riquelme

Ricardo

the goddamn devil said...

Jajajajajaja eso de lastima y quesito lo que quedo fue sublime...
y la consulta... priceless...
saludos muy bueno

Joaquín Ortega said...

Un abrazo a la familia Risquez Riquelme!!!

jajajaja

gracias TGE por lo del quesito con lastima jajajaj

eso ocurre

y la consulta q bueno q le gusto jejejej

GRacias por leerme!

Damalba said...

No puedo contigo! Por qué será? Muy bueno. Me salvaste el rato...

Joaquín Ortega said...

jajajajaja
gracias Damalba
beso
J