Diario de un jodedor: TV que me mata y me da vida

Diario de un jodedor: TV que me mata y me da vida

Joaquín Ortega

Así como a Willy Wonka le resulta imposible decir la palabra papá -por algún extraño mecanismo represor instintivo- a mi me cuesta un montón escribir “TV venezolana” sin sentir una mezcla extrañísima de arrebato místico y náuseas. Es como una combinación de emociones suma de incesto con Happy Ending. En conclusión, simplemente es amor y odio -nada que no hayan sentido alguna vez esa parejita de tele evangelistas antiglobalización, quienes fundidos en oscuros trajes de cuero Mexican Pig y armados de Strap Ons Dildos Glow In The Dark, Made in Taiwan, se maltratan duro sin Time Up para el Pare de Sufrir-

En estos días de zapping, me di cuenta que el principio de la conservación de la energía sigue más de moda que mentirle al Seniat. Realmente “nada se pierde, todo se transforma”. Y es que si alguna vez se puede ver el triunfo de tu archienemigo, es cuando ya lo gozas asimilado dentro de tu propio sistema. Echen un ojo… que cosa tan apocalíptica: ¡las promos de Venevisión son el triunfo de RCTV! Cuando pensábamos que la televisión abierta se había librado -por obra de un impertinente Lord Voldemort, vestido de señora del Opus Dei, y con una carpeta de Manila que decía “lei mondaza”- de la “bulla tránfor”, del cartón untado con escarcha y del papelillo con olor a arena de gato- ¡Portada´s hace su aparición, entre giros de cámara “locos, locos, locos”, ondulaciones de pelvis con secuelas de polio, pantalones muele bemba y sonrisas torcidas de amistad falsa, para seguir intoxicando el ratón mal curado que teníamos todos los televidentes promedio!

Ahora, si cambias de canal y se te empieza a inflamar la retina es que estás disfrutando de “Tres Para Las Once”. El espectáculo de odio femenino más intenso desde que las chicas de la familia Morillo se enteraron de que sólo había un container de pernil para el desayuno –o la gala de inquina más importante desde que las Trillizas de Oro, esas coristas rubias de los años setenta, se enteraron de que Julio Iglesias les había prometido el mismo peluche sin ojos a las tres-.

En ese programa, dentro de un canal prudentísimo y moderado, ¡lo que sobra es Portufashion Style Clothing, torcidas de ojos y montadas eternas sobre los comentarios! Olvídense de las normas del buen oyente y el buen hablante… y cuidadito le salpican con algún pestañeo de exterminio, triangulados entre segmento y segmento. Y digo yo ¿Cómo será el día en que a estos “tres ángeles” les venga el período el mismo día? Seguro que Charlie se va para Irak y Bosley se interna en una clínica de La Floresta.

De la colcha de retazos que es la programación deportiva, sólo falta la barajita de las peleas de perros o las de hombres poseídos creyéndose serpientes, para tener nuestra propia ración de Extreme Trash. Sólo admiro, como si los hubiese modelado un Nanni Di Banco, a los sagrados dateros de caballos, quienes deberían ganarse todos millones de premios Pirelli, por decir lo menos.

Si saltamos al mundo de la imagen oficial todos vivimos bien. Bravos contra algo sin rostro, pero bien. No hay colas ni falta de artículos, hay aire acondicionado en los vagones del Metro, extractores en las estaciones, las escaleras eléctricas funcionan y los monorrieles se bajan de las fotos para llevarnos hasta la punta del cerro. No hay un silabario venezolano ni una sola ecuación para la paz, pero te aprendes de memoria las líneas del Big Brother. Por cierto, si no lo han atracado pásese un rato por Ávila TV para que no se vaya liso.

De la Tele, Canal 51, el mix de regionales y Canal i, trato de darles su tiempo, en vista de que hasta que no digan lo contrario, sus problemas de audio son para mi la muestra viviente, de que el mejor experimento de televisión muda se está haciendo en Venezuela.

Al final del día, no hay duda de que cuando la torta publicitaria se pica entre muchos, el repele tiene cara de hambre y aliento e´ burro. El cable salva, por un rato y el DVD entretiene por un ratico. Elija usted, que yo no tengo sino para cine de los lunes.

Consultorio:

Querido Joaquín. En vista de que los chicos de mi edad siempre andan limpios y los que me llevan un poco más tienen las tarjetas pegadas al techo del Aula Magna, decidí salir con un hombre un poco mayor que yo. Él tiene 63 y yo 19. A pesar de lo que puedas pensar de buenas a primeras, eso no me genera inquietudes, ya que como nunca tuve a mi papá biológico cerca, para pedirle la bendición, él me llena esa ilusión.

Te cuento “amigo”. Todo transcurre sin problemas mientras comemos, vamos al cine o a Rescarven. Luego, tomamos un trago en locales de jazz latino y nos vamos a hacer el amor en hoteles caros a donde nunca me llevaste, digo, a donde nunca me llevaron mis pretendientes anteriores. El problema es que la última vez, cuando recogí su pantalón HRH del piso, me dí cuenta de una sorpresita íntima sobre el tierno algodón de sus briefs Ovejita. Ahora, siempre me acuerdo del frenazo en el interior y me inhibe el cuarto o quinto orgasmo cabalgante y me ha dado por no besarlo de despedida, con su aliento a amalgamas añejas.

Dime, ¡Oh gran gurú de la soltería! ¿Qué puedo hacer? ¿Lo dejo por BOB, es decir por mi Battery Operated Boyfriend? ¿Contrato una mulata maiceada de novela brasileña para que le lleve los paños menores al río Nevex? ¿Le meto los interiores en el maletín Samsonite de cobrador que lleva para todos lados y se los dejo botados en la entrada de los bomberos de las Fuerzas Armadas? ¿Pienso que soy mi mamá pero con más autoestima? Esperando tu sabia respuesta: Nombre código: Hamburguina Faso

R: Estimada alias de anoréxica. Que cuento tan largo. Pero anota: nunca construyas tus respuestas emocionales sobre la anticipación, le quitas sal a la vida y kilometraje a tu vida sexual. Recuerda que toda decisión emocional responde a una respuesta aprendida. Permítete el contacto piel a piel con tu hombre a pesar de sus problemas de higiene.

¿Es que acaso no has reparado que tú eres para ese señor mejor que una Maxepa? ¡Tú eres su aceite de pescado emocional! Compréndelo, él es un señor mayor que hasta papagayo con Benjamin Franklin debe haber volado. Piensa un poquito: su generación no conoció las toallitas húmedas por su peludito rulé. Incluso, para esa gente la sodomía funcional era sólo otro recreo en la recluta.

Escucha bien: te recomiendo que juegues con su mentecita pidiéndole que se compre un par de interiores nuevos para cada sesión de sexo, diciéndole que es parte de un ritual Wicca que viste por A and E. Esto te convertirá en una ninfa más bomba e intrigante. Ten la seguridad que todo lo que haces por todo anciano aberrado te acerca más al paraíso moro…y al mundo del entretenimiento adulto.