Sunday, December 14, 2008

Bolt, Súper Perro y Súper amigo


Bolt, Súper Perro y Súper amigo
Joaquín Ortega, Burbank, California. Especial para Dominical

Bolt, la película:

Bolt es un cachorro de alemán ovejero, decidido, valiente y leal -y aunque nos recuerde inevitablemente a aquel conflicto de personalidad entre Buzz Light Year, “el héroe” y Buzz Light Year, “el juguete”, descubriremos en éste cachorro nuevos tonos emocionales y dramáticos-

La secuencia inicial tiene el ritmo de una película del Bond 007, de The Matrix o Final Destination. El énfasis narrativo de la acción recuerda al estilo visual de Michael Bay. La atmósfera interna del estudio y de los demás actores – ¿cómplices?- nos acercan al Truman Show de Andrew Niccol. La puesta en escena es impactante, entre otras cosas debido a la banda sonora. Y es que quien orquestó la trilogía de The Bourne Identity es el mismo director que hace de las suyas -en términos de retratar polifónicamente a la emoción y el peligro en Bolt- Asimismo, junto a la música y a la valiente Penny las motos y helicópteros del maligno Calico presentan una aerodinámica inacabada y futurista de acciones desbordantes.

De Nueva York a Los Ángeles

En la clásica marcha de una Road Movie, Bolt debe encontrarse de vuelta con Penny, a la vez que tendrá que crecer como personaje, al descubrir que su vida no ha sido más que una farsa, una comedia sin conciencia propia, una invención de la industria audiovisual.

Entre Bolt y Penny se establece una relación que busca el equilibrio entre autoestima y amistad. El perro súper héroe no distingue dónde empiezan los efectos especiales y dónde termina la realidad, y a Penny se le dificulta separarse del animal mascota y el perro actor. Junto a Mittens, una gata abusiva que aprende por las malas el valor de la amistad, y en especial a la presencia de un Hamster freaky de la TV, el trío de amigos aventureros se completa.

La película cuenta con escenas que se destacan por el humor y el “ping pong” verbal. En especial una en donde las “palomas mobsters” son las protagonistas: tres pichones de dudosa forma de vida, con acento italiano de Brooklyn, y que dirigidas por un jefe más despistado que sagaz, logran darse el gusto de la venganza sobre Mittens, la gata irónica y déspota que los explota, hasta la llegada fortuita de Bolt a un callejón de NY.

Otras escenas se basan especialmente en el temperamento de los personajes. Por ejemplo, Rhino un frágil roedor mascota dirá constantemente frases como: “Yo como peligro en el desayuno”, y otras por el estilo.

La escena de la perrera está diseñada para destacar el humor físico y las posibles formas de escabullirse que tendrían un Chris Farley frente a un joven John Ritter. No hay duda que de hacerlo con seres humanos sólo Jim Carrey sería el actor vivo que mejor manejaría un reto corporal de tal naturaleza.

El Estudio:

Dentro de los estudios Disney en Burbank, California, vemos a cada artista inserto en módulos diseñados para la creatividad. En cada planta se cruzan pasillos multifuncionales. Uno en especial –el Caffeine Hall- sirve de callejón para el descanso y está flanqueado con sillas en forma de huevo, amén de cientos de libros y revistas de arte, diseño y cómics. Iluminadamente se enfrenta a docenas de Story Boards -tamaño natural- de proyectos en curso. La alfombra que asemeja un río con lombrices eternas no puede sino dejar eléctricos a sus visitantes.

Entre los nuevos proyectos asoma “La Princesa y La Rana”, dibujada, hasta el momento, totalmente a mano. El film está ambientado en un decimonónico Nueva Orleans y orquestada a partir de temas del genial y multiregistro Randy Newman -recordemos sus temas eróticos hincados en bajo y piano como “You Can Leave Your Hat On”, para “9 Semanas y Media” de Adrian Lyne, pasando por piezas tiernamente emocionales como las escritas para Monsters Inc.-

En La Princesa y La Rana los personajes clásicos se reinventan, tanto es así que veremos en la Nueva Orleans de 1900 a un cocodrilo trompetista –¿alguno de los talentosos Marsalis será el intérprete elegido?- y a una preciosíma “abuela bruja” -Mamma Odie- cuyas pócimas van de mal en peor, gracias a su deficiente memoria. ¿Estaremos en presencia de una nueva Dama y el Vagabundo o una nueva Bambi? Con Disney siempre se auguran buenas sorpresas.

Más del estudio

Hacia el centro de unión de talleres de animación, oficinas y salas de conferencia está el cafetín, allí frente a máquinas de café gourmet y neveras repletas de jugos naturales y bebidas energizantes nos recibe una mesa redonda con toda la prensa del día, docenas de revistas y una clásica Rockola con los éxitos Pop de la temporada 2008.

El estudio es también una extensión de un mundo creativo sin fronteras: en planta baja entramos y salimos de pasajes interculturales y entre caballetes, moldes con arcilla y figuras tamaño natural de grandes entertainers –Bob Hope, W.C. Fields, George Mencia, Lenny Bruce, George Carlin, Robin Williams- una sala de usos múltiples concentra un “mini ateneo” para los empleados de Disney. Allí, se focaliza el área para actividades extra profesionales: clases de actuación, expresión y comedia para animadores digitales, yoga, escultura y dibujo para libretistas, etc, etc, etc.

Una vuelta por la biblioteca Disney no sólo abruma por su claridad y orden, sino especialmente por su contenido: lejos nada más de organizar y jerarquizar las copias y originales de Disney -películas, canciones, discos y videos- también almacenan y ponen a buen resguardo una extensísima bibliografía sobre arte por décadas, artistas, estilos, obras, museos, edificios y catedrales, animación, dibujo, diseño y arquitectura en general. Se trata de los “Animation Archives: Celebrating The Magic Of Learning” como reza en la entrada al recinto.

En otra ala del estudio nos topamos con el cono inspirado en el Aprendiz de Brujo de Mickey Mouse. Debajo de él una sala para la conversación con un par de sofás y mucho agua mineral y bebidas calientes. Será la última imagen al partir, y a lo lejos dejamos esta construcción en forma de cucurucho, el cual se proyectó para convertirse en la sede original del parque Disneyland.

Antes, recorriendo las salas de animación digital y conversando con sus artífices, pareciera palparse que la tensión entre el arte 3D y el dibujo tradicional resulta inexistente. Cada artista pareciera manejarse en ambos mundos con infinita gracia y soltura. La presencia de Macs, Powerbooks, Autodeskmaya o Shelf Control logra convivir civilizadamente con docenas de bocetos hechos a mano, a la par de imágenes de personajes en moldes.

Hablan los animadores Wayne Unten y Clay Kaytis

JO: Háblenme un poco de los pasos creativos

W.U.: “Así son los pasos: primero se moldea la escultura en una Mac, luego se arman las formas geométricas en video, luego se pinta, colorea y se le da color a los cabellos”

C.K.: “El animador se encarga de darle fuerza y carácter a los personajes. Prácticamente animan a cualquier objeto como si fueran un ser viviente”.

JO: ¿Cómo logran equilibrar luces y sombras, en especial para las versiones en 3D?

W.U.: “El fondo se relaciona con la luz, preparándose dos versiones una en 2D y otra en 3D”

C.K.: “Luego, se mezclan, uno para cada ojo y se produce una versión 3D para algunos teatros en el mundo”

La estética en Bolt:

La escenografía y dirección de arte está inspirada en la obra del maestro Edward Hooper. Abundan detalles realistas en calles, edificios y automóviles, allí, se siente tanto el movimiento como el brillo del sol sobre objetos metálicos u orgánicos. Hay una fidelidad al rebote de la luz en las ventanas, al carácter del ladrillo, al detalle de las curvas en las calles y en las verticales de los postes.

La precisión sobre cada pormenor aterriza al ojo adulto y colabora en atrapar en la audiencia la atención. La cinta, asimismo, recrea las texturas grumosas del cine de los años cincuenta, pero concediéndole universos particulares al presente: las escaleras armónicas industrialistas y las imágenes en movimiento de las calles de San Francisco, el volumen de los rascacielos y los parques en Nueva York, la luz verdosa de Ohio, la nocturnidad abandonada de Las Vegas, la ardiente mañana de Los Angeles, el “mundo country” de Vermont.

En la cinematografía de Bolt habitan tanto deudas como homenajes elegantes y precisos: las miradas a la ciudad de Robert Altman, a las calles de Francis Ford Coppola, Martin Scorsese o Woody Allen. Es gratamente tentador perderse en la sensibilidad de los tonos pasteles u ocres que se logran en la cinta con los fondos y horizontes.


Ahora es el turno de los directores de animación. Hablan a dúo en una especie de Stand Up Comedy sin muchos remates pero con buen ritmo. Chris Williams y Byron Howard nos cuentan un poco del proceso en su contexto:

JO: ¿Cómo logran un efecto artístico tan brillante?

C.W.: “La iluminación es fundamental”

BH: “Sí, lo mismo digo, en el caso de las sombras…”

CW: “La luz o las sombras son las responsables de que una película sea recordada artísticamente”.

B.H.: “Incluso es artístico, mover la nariz de Rhino, ya que debe ser un gesto tan efectivo como para que soporte un plano detalle”

JO: ¿Cuál es su película preferida de Disney?

BH: “Posiblemente ésta que estamos rodando, aunque me gustan todas las de mi infancia”

C.W.: “Mi película preferida de Disney es Pinocho”


Una visita al estudio de sonido.

Dentro de una cabina, actores e ingenieros de sonido construyen su propia versión de la película frente a un monitor con las imágenes en movimiento. Allí Mark Walton animador -y voz por casualidad- de Rhino nos deja conversar con él.

J.O.: ¿Cómo lograste el tono de voz perfecto para Rhino?

Mark Walton: “Fácil… siendo más yo. Y sobre todo apoyando a los actores que hacían las voces. Yo comencé como apoyo y al final les encantó mi interpretación de Rhino”

J.O.: ¿Cuánto trabajaban al día?

M.W.: “Todos los días durante tres horas interactuábamos y a veces un poco más”

J.O.: ¿Cuál era la preparación antes de interpretar el libreto…nos puedes dar algún consejo?

M.W.: “Te recomiendo hacer -en la más absoluta soledad- cuatro líneas con distintas intenciones”

J.O.: ¿Cuántas tomas necesitas para saber que todo está bien?

M.W.: “Casi siempre hacemos tres tomas de actuación y luego se elige la mejor”

J.O.: ¿Qué tal el látigo de Lasseter?

M.W.: “ (risas) Lasseter empuja, constantemente a más, pero es un excelente jefe”

J.O.: ¿Qué es lo próximo en la agenda Walton?

M.W.: “Por lo pronto, volver a mi trabajo en desarrollo visual y ver King Of Elves terminada… es la niña de mis ojos”


La Filosofía Lasseter:

Si uno buscara semejanzas o definiciones en el caso de la vida y obra de John Lasseter, la más apropiada sería una extraída del béisbol. Lasseter sería una suerte de Alex Rodríguez, un continuador, ¡pero no uno cualquiera! ya que superar a Babe Ruth, a Hank Aron, a Rickey Henderson y a Barry Bonds no es tarea menuda. A John Lasseter le tocó, nada más y nada menos, que reinventar una nueva era en la industria de los dibujos animados, instaurada hace casi 80 años en los Estados Unidos por Walt Disney.

Muchas veces el espíritu de un hombre energiza toda una habitación, en éste caso John Lasseter logra elevar los estándares. Casi sin querer apunta más alto: disparar la creatividad de todo un estudio. Y no hay duda, las instalaciones que fundara Walt Disney no son las mismas desde que éste hombre de rostro jovial, ruborizado -enfundado en una camisa hawaiana- y de hablar preciso y pausado recorre sus pasillos.

Así habla Lasseter:

JO: ¿Entre el pasado y el futuro?

J.L.: “creo que hay que utilizar la gráfica de las computadoras… pero con un look hecho a mano”

JO: ¿Qué diferencia el trabajo aquí con el de otros estudios?

J.L.: “En nuestro estudio la gente está emocionalmente vinculada”

JO: ¿Las historias tradicionales dicen algo todavía?

J.L.: “siempre que puedo lo repito: los cuentos de hadas expanden los horizontes”

JO: ¿Cómo definiría Bolt?

J.L.: “Esta es una buddie movie”

JO: ¿Existe alguna película que te rete o emocione, que no sea tuya?

J.L.: “Me encantó el Expreso Polar de Robert Zemeckis“

JO: ¿qué artistas han influido en ti?

J.L.: “En especial siento una gran deuda con Mirayaki y su Princesa Mononoke”

JO: ¿Hay alguna lógica de la narración que te guste romper?

J.L.: “El arte secuencial es también como armar un Lego y los Plot Points también tienen su tiempo preciso”

JO: Un director de cine que admires

J.L.: “Adoro la dirección de Ridley Scott, para mí es un genio en cada uno de sus films”

JO: ¿Como defines lo que haces…en dónde está la fórmula del éxito?

J.L.: Tal vez todo se resuma tres pasos, unos que mis amigos bromean llamando “la filosofía de Lasseter”: 1.- plantea una historia, 2.- crea personajes únicos y 3.- diseña un mundo creíble.


Trivia:

La dirección de la chapa de Bolt es la de los estudios Disney en Burbank.

El Film duró 6 años de trabajo. Los últimos tres bajo la supervisión intensiva de John Lasseter.

Entre una Workstation y otra vemos a los Bolt Beards. Se trata de una foto en donde se encuentra “la clase del 2008”, un grupo de hombres con barba que mantienen una tradición: no afeitarse hasta terminar la película.

Algo más de los personajes:

Penny es una niña de 12 años inteligente, voluntariosa. Ella misma seleccionó al cachorro para que fuera su co-estrella en una tienda de animales. El mundo de los adultos pone en peligro el amor que existe entre ambos.

Bolt, el ovejero alemán con un “súper ladrido”, es enviado por accidente a Nueva York. Allí, descubre que toda su vida ha sido una sucesión de mentiras. Pero esto no es más que una oportunidad para descubrir que dentro de él existen nuevas fortalezas. Descubrirá que el verdadero súper poder de un perro es la lealtad hacia su dueño

Mittens no cree en la amistad. Aprenderá a confiar en los demás durante el viaje. Es una especie de extorsionadora que sufrirá ciertos inconvenientes que la harán mejor gata.

Rhino, el súper fan de Bolt, cuya dieta ha sido comida chatarra y miles de horas de TV, ha memorizado cada detalle de la serie, desde diálogos hasta subtramas. Bolt, su héroe, llega por mera casualidad al trailer donde vive, y sin pensarlo un momento decide ir en su compañía contra los malos, viviendo el sueño de ser el ayudante de Bolt. Corriendo dentro de una rueda de Hamster, Rhino le dará vueltas al mundo de muchos sin que ellos lo esperen.

Otras voces y otros personajes:

James Lipton es la voz del director de Bolt, la película "real".

Malcolm McDonnel es el malvado Calico, quien persigue a Penny y es el culpable de la desaparición forzada de su padre, el científico responsable de los superpoderes de Bolt.

La malvada gata es Mittens, la voz en inglés es de Sussie Eissman y Rhino es un muy divertido Mark Walton, la voz de prueba para el personaje que terminó siendo el escogido por unanimidad por equipo y phocus groups.

5 comments:

CyberPOLO said...

Perro de mierda

Anonymous said...

alguien está en drogas?

Anonymous said...

ya la vi quemadita

es una pelicula maravillosa

ani y filipo quedaron enamorados

el viernes los llevo al cine

linda forma de enviar a lso adultos al cine tambien

un fuerte muack!

Lily

CyberPOLO said...
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Anonymous said...
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