Sunday, September 28, 2008

El Regreso (2008)

Creo que existen sólo dos tipos de hombres: los que tratan de volver constantemente a su casa, al hogar y los que continuamente huyen de él. De los primeros, creo ser uno. De los segundos, he conocido infinidad. Huyen del llanto de los niños, del ruido de sus vecinos, pero sobretodo de sus mujeres. Aunque no lo reconozcan, les encanta trabajar hasta muy, muy tarde, y así tener la excusa maestra para hablar poco con sus dueñas. Sólo resta aprovechar las pocas horas de sueño. Las que les dejan entre los cuentos cotidianos a medias y los chismes de familia enteros o las exageraciones financieras de los hombres de sus amigas.

Para personas como tú y como yo el regreso no es nada. Pero para ellos es todo un mundo pesado y tenue… como una noche podrida con bosques largos mal salpicados de una que otra estrella renca. Volver es un bocado desabrido, como masticar el aire en un incendio medio químico y medio espiritual. Te quema los ojos y te ensucia el espíritu… y el alma desde afuera y hasta adentro.

En la noche el regreso siempre es peor. Con la luz en las espaldas puedes mirarle los ojos a los que se tapan con la mano el rostro. En la noche eres incapaz de saber si en la mirada de los demás rebota la sangre, el alcohol o la ira. Ni siquiera los anuncios que sonríen con el día parecen ser los mismos, abotonados a postes de una luz amarillenta, y que hace pensar en la noche, forzosamente enferma, de una chocante molestia…y no es ni leucemia ni hepatitis ni tuberculosis -porque no te ofrece ojeras- ni tampoco tos ni pieles biliosas. En esa habitación, para colmo, mucho menos se anuncian visitas cómicas de las que llevan panes grasientos dentro de bolsas de papel.

Cuando regresas en la noche te da el aire contra la cara. Y los ojos se sienten fríos y secos. Las mejillas se desarman: puedes poner tu mejor cara de estúpido y nadie te dirá nada. Ni siquiera el que conduce o el que te acompaña. Incluso, los que premian con miradas de falsa valentía desde otras ventanillas, saben que ese frío nocturno es sólo tuyo, porque sus aires acondicionados vienen a ser lo que el trabajo para los mantenidos: un carajo.

Los brillos siempre se confunden y parecen que tuvieran su propio plan de aparición. A veces es un alto en rojo, en otras oportunidades son las azules y estupidizantes cocteleras de una patrulla las que te zapatean en la retina. Si tienes el chance de ver una ambulancia, pregúntales sí sólo las emergencias son de día. La verdad que mientras menos tráfico veo, menos escucho sus sirenas o sus siluetas monstruosas contra los espejos que nos anuncian la lata que se escapa en la lejanía y en el silencio.

¿Los autos sabrán que lo son? Es decir, ¿habrá algún tipo de conciencia en las cosas que se mueven? Parece una necedad, pero cuando estoy frente a una venta de automotores me parece que se guiñan los ojos entre ellos, que se recitan poemas crueles en ultrasonido, que se miran con envidia y lástima y con poca paciencia. Navegar contra ríos curvos, secos y que ni siquiera tienen corrientes reales debe ser una locura. Si no es una chifladura humana, tal vez sí lo sea para los coches: perpetuamente tirados por un motor que no convida ni vara ni zanahoria como premio por moverse.

Sobre estas malas pistas, a veces sueño con cruces blancas que me hacen detenerme en el camino, y con chispazos de un azul repentino que goza mortificarme con un hambre que desconozco. Es un hambre atroz, cubierta de niebla pérfida que me oculta en el tiempo comederos y burdeles, gasolineras y auxilios viales. Que me niega ventas de hielo y panaderías con dulces frescos, que no me deja reconocer si retorno o estoy saliendo muy temprano de algún sitio al que nunca quise ir.

Cuando me detengo, casi por completo, puedo tocar planchas de metal, y poniendo la cara contra el vidrio y las cabillas que asemejan rejas, me reconocen y me dejan entrar. Allí las putas bailan y se gastan en cerveza lo ganado. Juegan a las tragaperras con fichas que nadie nunca les ha regalado. Me miran con hipnótico desdén y respiran en minutos más humo del que ancianos borrachines han podido tragarse en cientos de sus diabólicos años.

Contra la noche fresca, las estaciones del metro, las paradas de autobuses y los kioscos permanecen, íngrimos y deshabitados. Sólo parecen importarles a los muertos destetados, a los que vagan en su insomnio o a los despechados. Ninguno conversa con el otro, ni en sus camas o en sus mentes. Creen hacerlo, pero nada más gastan latidos y cabezales en reproductores viejos de video…y se confunde el desaliento entre sus manos hasta dar con el despertador impertinente del salvaje del piso de arriba.

El regreso nunca es fácil, aunque sí deseado. Se cruzan puentes, pisamos charcos ungidos de basura atropellada, se esquivan deformes huecos…se atienden gritos muertos, pero se acelera pronto y se cambian las estaciones sin nombre con el dedo preciso y veloz. El regreso, parece una orgía con animales muertos y miserables convidados, echados previamente de otros rellanos todavía más lóbregos. El regreso te destierra siempre en un lado de la playa que es el tuyo. Le pone pausa a la explosión, pero sin desactivar para siempre al artefacto.

La noche es rápida y como juega bien no te deja ver todo el naipe de golpe. Sólo te hace anudar fragmentos de notas hasta que armes totalmente el piano. Entre palmeras y árboles de todo tipo te saca la lengua y te muestra túneles y torsos. Te da la oportunidad de llevarte –a 120 KPH y por el medio- espejismos con cara de intruso, o de reírte hacia adentro al ver cuerpos solitarios, con sogas mal atadas al cuello y manos en la espalda… como siervos malcriados… o felices difuntos esperando por otros invitados.


Corte.- Job23:58.-

22 comments:

CyberPOLO said...

Que pasa con los recogelatas?

Anonymous said...

faltaron las putas de pié

Anonymous said...

Verga, qué vaina más arrecha! Me alegró el día de mierda...

SERGIO MÁRQUEZ said...

Grande bro. Volver es siempre complicado: a veces pertenecemos a los primeros y en ocasiones a los segundos, pero regresar, releer, recoger, son barajitas en el album del hastío que nunca dejaremos de tener repetidas.

CyberPOLO said...

Sergio Márquez: recoger no es hastiante... cansa y da dolor en la cabeza, pero no es hastiante

CyberPOLO said...

Esto parece el manifiesto de un cuarentón que todavía vive con su mamá... me recuerda a mucha gente

Anonymous said...

CyberPolo: una clon terrible de carlos abreu con marc anthony prorrumpe en notaciones

que se siente andar con una cola de caballo y botas de piel de culebra?

:(

Anonymous said...

tururu tururu!

alguien sabe secretitos de cyberpolito

yo tambien tengo unos cuantos de todos los involucrados:

joaquincito

sergito

robertito y

pollito

SERGIO MÁRQUEZ said...

A mi me parece que no has recogido lo suficiente cyberpolo, aunque tienes razón, existen cosas mucho más hastiantes y asqueantes que recoger: ser el copycat de carlos abreu alimentado con perrarina es ciertamente una de ellas. Y dejen de convertir esta vaina en el departamento de maquillaje de rctv internacional, miren que si no el marqués de sade de palo verde se arrecha y nos tira una verga taumatúrgica de esas que sabe el y nos tuye.

SERGIO MÁRQUEZ said...

Coño! Tullir es con LL!

CyberPOLO said...

Ahhh las eternas mujeres del marqués. Siempre buscando aprobación... A propósito de los regresos, la horda bella de los chistes viejos

No es clon, ignorante, es híbrido. Que cantidad de analfabetos estudia en la EEPA

"SM" (Sebo-Morsa, Sado-Maso) Copycat y perrarina?
Comiendo perrarina intentaste ser el copycat de Tom Monasterios

Insisto:
proclama de cuarentón viviendo de la madre... cansado de sus amigos cuarentones viviendo de la madre

CyberPOLO said...

Al menos con tanta enjundia,

récord en comentarios para esta post

Desde La Barra said...

jajajajajaja!!!!

el horror circunda esta pradera!!!

CyberPolo, respetame q mis 40 no van a ser faciles!!!

jajajaja...y para las Ex de la EEPA pueden ser una pesadilla no hay duda...

te tienen pillado CyberPolo, seguro saben hasta en cual estacion del Metro te subes y te bajas...

cuidado con las locas q hay luna llena

gracias Don Sergio...el mundo se oscurece y por eso hasta las luciernagas parecen faroles

gracias anonimo, los dias de mierda se multiplican todos los dias, como piedreros tejedores de yuyitos

CyberPOLO said...

Bellas Artes, MetroBus hacia San Bernardino, tercera parada

.380 del lado izquierdo

Anonymous said...

Brillante prosa Joaquin

las imagenes me hacen pensar en una frase de Adriana "las noches de una Caracas a la cual ya no le encontramos nombre"

Excelente tus textos de utopias negativas!

Buena suerte

amigo,

Miguel Serrano

Joaquín Ortega said...

Gracias Miguel...

un fuerte abrazo para ti y tu flia

Joaquin

Anonymous said...

Particularmente lamentable "¿Cyber?Polo" que lo que realmente te anima el espíritu haya salido a la superficie en éste blog
ahora resulta muy fácil de comprender por qué no tienes amigos, y elegiste la "vida" "prehecha" en la que te regodeas
Lamentable, ciertamente, lamentable que sigas tan perdido en tu oscuridad de apartamento de alquiler, de pasillos ministeriales y de amores ah los que has lleghado como siempre un poquitito tarde
¿y la guitarra...tan llena de polvo como siempre?
que cosa con los hombres amantes de los gatos...

CyberPOLO said...

Anoni-mouse? Ano-listo?

Mi querido MHDG, cobarde como siempre, oculto en el anonimato. La foto tuya cagando, jeje... primer plano de la "verguencita" por la que te dejaron, jeje. Sigues alquilando habitaciones estudiantiles?

Que grande este artículo. De haberse llamado "Diablo Rojo" no habría sido tan útil para destapar las cañerías de la EEPA

En la tranquilidad del apartamento que compré hace años, aún recuerdo a todos aquellos que borrachos, juraban que iban a ser presidentes de la República, y que terminaron siendo profesores en la EEPA

CyberPOLO said...

Joakín:

Se que los comentarios deberían ser para el artículo, pero no tengo la culpa de tener más admiradores/jalabolas que tu. Como son los mismos, te los "empresto".

Eso pasa cuando los escritores no se sacuden sus amiguitos cuarentones que aún viven con/de sus padres, y por ello no desean regresar, ya que sus vidas son barajitas repetidas en el álbum del coleccionista de fracasados

Erase una vez un hombre

a una desgracia pegado

Nacido en el campo venezolano

Que como todo desgraciado

Quiso ser licenciado

Para no pasar más hambre

Y termino afeminado

Cuarenton atorrante

Joaquín Ortega said...

jajajaja!!!

cyberpolo,

de verdad que lo que sobra es loco

be cool...

esta joda le da vida al "blos"...

seguramente se agarraron de este "conversatorio" porque no se atreven a dejar su IP en tu blog...

bueno qué se hace...

si fue MH o algún anónimo o anónima algún día lo sabremos

salud y saludos por tu casa...

J

Anonymous said...

¿Cyber? Polo es tan pero tan pero tan pero tan flojo que se casó con todo y materia pendientes

!!!!!jijijijijijijiji!!!!!!

Y tú mamá?

la tienes tan olvidada como siempre?

te llevaste el Nóbel de los hijos

!!!!!jijijijijijijijijij!!!!

CyberPOLO said...

"...que se siente andar con una cola de caballo y botas de piel de culebra"?

Se siente que tengo pelo largo, y no calvicie como los gordos cuarentones que chulean a la mamá,

y

Se siente que tengo real para comprar apartamento, carro y ropa fina

Adivinanza:

Profesor de frases futiles

Chulito de su mamita

Vividor de residencias estudiantiles

Abandonado por tenerla chiquita