Sunday, January 13, 2008

Entre Libros Te Veas


Entre libros te veas

Joaquín Ortega

A los venezolanos nos acusan de no leer, de no estar al tanto de los premios Nóbel, de que en el rol de padres no podemos ayudar a nuestros hijos con una tarea -a menos de que apelemos a wikipedia o al tío loco que tiene 20 años estudiando en la universidad- Pero eso es falso. Somos grandes consumidores de revistas para leer en el baño. Tenemos al menos un best seller en nuestra biblioteca por década. Revise y dígame si no estoy pelado:

A finales de los 60 estuvo de moda el Mono Desnudo de Morris, El Shock del Futuro de Toffler y más de un suplemento mimeografiado que ya mezclaba estructuralismo, gastronomía y marxismo -prefigurando el postmodernismo y el neoindigenismo- Hasta ese subproducto hippie como fue la sexualidad swinger - el cual se resumía en la siguiente frase: “te presto a mi mujer, si la tuya está mejor que la mía”- tenía su manual

En los 70 toda biblioteca que se respetara tenía algún título del prolífico y “Remington dependiente” Harold Robbins. Los catálogos del Círculo de Lectores iban de mano en mano. Comenzaba a dar sus primeros incursiones la Enciclopedia Británica, con esa extraña atracción que hacía que los nuevos ricos de entonces las compraran por metro, así como los de hoy compran Hummers por containers. Juan Salvador Gaviota de Bach ocupaba un lugar de honor junto a Tus Zonas Erróneas de Dyer, ¿autor intelectual del mentado nicho de la autoayuda?

El furor por la nueva era y las novelas sobre extraterrestres marcaron toda la década, con un tal Feibert -experto en charlas OVNI- que, mientras fusilaba a Charles Berlitz y Rodolfo Benavides desplegaba sus dotes de showman en El Poliedro, con un look cuasi Travolta. Yo visité Ganímedes de Yosip Ibrahim reposa seguramente en algún anaquel de cualquier hijo de su tiempo, junto al 4 en 1 de Conny Méndez. La revista Cábala era de consumo obligado y las terribles historias de adolescentes drogadictas -Christine F- o alcohólicas -Sarah T- contaban con la infaltable portada de Linda Blair en pose de vejación hollywoodense

Los ochenta se estrenaron con Flores en el Ático, junto al Pájaro Espino –el cual le daría excusas a más de una para ver con malos ojos a cualquier hombre en sotana, así estuviese disfrazado de Batman- Se descubriría tardíamente a Agatha Christie, en vista de que las películas terminaban exhibidas, indefectiblemente, por aquel ligero y descaminado canal 8

No faltaron las adaptaciones de los filmes taquilleros –del libro al cine y del cine al libro o al revés- como El Exorcista, Zombi, Benji, Aeropuerto y claro está Tiburón, las cuales tendrían siempre que lidiar con la omnipresencia de los clásicos métodos del inefable Dale Carnegie

Muchos aprovechaban las visitas de los vendedores para adquirir una Biblia hermosa y grande que pudiera llamar la atención desde lejos. Pasaría algún tiempo antes de que se pusiera de moda colocarla abierta en una repisa al lado de la puerta, para luego irla rodeando, poco a poco, según las modas espirituales favoritas de esposas y amantes: Budas, Kwan Yings -a las cuales se las dejaba mancas para conseguir un deseo -, los siete elefantes -“con el culo para afuera y la trompa para adentro, para que no se vaya la plata”- auyamas del tamaño de un monitor, rellenas de aceites y menjurjes impronunciables, guilindajos con monedas chinas y Santos Niños de Atoche rodeados de dulces, carritos, entradas a películas infantiles y hasta con piñatas organizadas en su honor. Así, una quincalla acompañaría en la sala a la muda palabra de Dios

Los finales de los 80 dejaron poco y mucho: más autoayuda, algo más de Clavel o de Trebanian -ambos bastante decentes-, el olvido de Irving Wallace, el ascenso de Anne Rice y Brian Weiss. Los 90 sufrirían la llegada de las parábolas neoliberales como ¿Quién se ha Robado mi Queso? o El Monje que Vendió su Ferrari. El último en llegar sería el hombre del absoluto dominio de la nulidad, el D.J del marketing narcotizante, el rey del copy paste: Paulo Coelho. ¡Bienvenidos al mundo del Prozac, de las guerras televisadas y del calentamiento global!

No es difícil ver para donde vamos y no todo es tan malo, si Harry Potter –antes lo haría La Historia Sin Fin- , Las Crónicas de Narnia y El Código Da Vinci lograron poner a las personas a hablar de algo más que de la novela de las nueve –¿por fin está prohibido o no verlas?- bien ha valido tanta literatura de entretenimiento, y sobre todo, este memorioso recuento, que lo único que concluye es que uno se ha embasurado… y burda

7 comments:

Anonymous said...

De los librs de autayuda solo he leido komo tres de ellos juventud en extasis , el kaballero de la armadura oxidada y komo ser un adolescente feliz aunke no me gusta musho ese genero se podria decir pero juventud en extasis es bueno aunke hay unos k esos me hartan komo de esos de el aguila que uqeria volar no se x hay mushos de eso los k son buenos son los kaldos jaja :P

Jose Urriola said...

Bróder... Yo sumaría a ese excelente arqueo de infaltables que haces, al menos un libro del nefasto Deepak Chopra, otro de Paulo Coelho y aquellos de "El arte de amar" y "Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus" de Erich Fromm. ¡Coño, y un ejemplar de Memorias de mamá Blanca de Teresa de la Parra que a todo el mundo se le quedó frío y a medio leer desde 5to grado!
Abrazo
JU

killer tiger said...

Jajajajaja que bueno, no te pelaste en nada!
Por ahí tengo los 4 Betamax del Pájaro Espino jajajajaja están a la orden.

Que viva Condorito y el Record Guinness en el baño!

Saludos Broder.

Anonymous said...

fuerte Don Urriola, muy fuerte ha sido este basurero compilado jajajajaja


faute de mieux, Chopra, Fromm, Teresa "cachapé" de la Parra y los poemas de José Narosky son la biblioteca de Alejandría de los q creían que Venezuela siempre iría para adelante

jajajajaja

q ingenuidad...

jajajajajaja

un abrazo José

Joaquin

Anonymous said...

cooooo!!!!

el pajaro espino en betamax, q fuerte!!!!

con la cinta tan arrugada como los brazos de barbara stanwyck

un abrazo killer tiger...

Joaquin

CyberPOLO said...

Joaquin, te perdono que hayas olvidado mencionar lo más grande del mundo... Og Mandino

Anonymous said...

Polo, es cierto me faltó Og Mandino , pero de vez en cuando lo he citado como parte importante en la literatura de conspiración, fíjate el carajo fue piloto en la segunda guerra mundial en un avion B24 Liberator...

lo que quiere decir que su vida tiene que ver con Venezuela, con Simoncito el vasco y el big JC, ya que el 24 de diciembre -recordemos que que la letra "b" representa el segundo mes del año templario, "a" es noviembre, "c" es enero hasta cerrar en octubre, mes de revoluciones- llevó a cabo una de sus misiones más importantes supervisada por el mismísimo Aleister Crowley...

eso dicen...yo no sé si es verdad

jejejejeje

un abrazo broder

Joaquín