Historias de robots sagrados:
Auriga
Joaquín Ortega
El robot de competencia Auriga, multiplicó los valores de
cada juego Belisario. Compilador por programación original, se detuvo en un
atajo del tiempo por eones hasta que una estrella inteligente lo rescatara
hasta su centro.
Las imágenes de sus viajes, reproducidas y repetidas
desincronicamente inspiraron la reconstrucción artística de las guerras Caspar
en 9777 DCC. Numerosas referencias
existen en sus viajes entre planos, sobre todo, en la ultima etapa de la
reconstrucción de las nieblas de bites en círculos polares de Veritatis 2C.
La batalla cuya imaginería mejor representa sus atributos
es la de la persecución en las curvas de Kleiner. Allí, en tres oportunidades
Auriga debe desprenderse de cargas binarias explosivas, para no perecer por el
intenso ataque de una mini flotilla de naves, preparadas para el castigo y el
desenfoque. Solo al final de la entrada de un robot minero de características
antiguas, pudo la máquina Auriga, producir un incidente frente a la escuadra
enemiga.
Hoy, se le ve en monedas virtuales y persiste como robot
de invocación frecuente en mundos humanos y espacios grises.
¡Larga memoria a los robots sagrados!
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